El otro día leí esta entrevista a un par de zagales italianos. Se trata de dos auténticos VICIOSOS que se han pasado más de una década y media jugando con Premier League Manager 99 hasta completar 1.000 temporadas seguidas. Hasta el año 3000. Comenzaron la partida una tarde tras salir de la escuela, y a lo tonto acabaron dedicándole un rato cada día hasta finalizarla convertidos ya en treintañeros.

Si es usted aficionado de la Reggiana, sepa que en torno al siglo XXV este equipo transalpino, hoy modesto, vivirá una época gloriosa en la que conquistará 39 Scudettos seguidos. Pero el auténtico club del milenio será el Perugia, conquistador de más de un centenar de títulos nacionales e internacionales. Los aficionados del Barça que se vayan preparando a lo que anticipa la era Valverde: en los próximos mil años solo ganarán una Champions. Después de esto, queda claro que los que me acusan de estar enganchado a los videojuegos por acumular cerca de 600 horas jugando a Skyrim no tienen ni puta idea de lo que hablan…

En los videojuegos la consigna es «retroceder nunca, rendirse jamás». Ni ante nada, ni ante nadie.

Así a bote pronto, cualquiera podría decir que esta historia poco tiene que ver con el Spectrum y que, por tanto, no pinta nada aquí. Pero no llevaría razón, o al menos no toda la razón. Dejando a un lado lo divertido de la misma, que solo por eso ya merecería ser referenciada en cualquier parte, resulta que el Premier League Manager 99 es heredero directo del mítico y original Fooball Manager para Spectrum que en 1982 revolucionó el mundo de los videojuegos, introduciendo muchos conceptos que otros se apropiarían posteriormente y que hoy son norma obligatoria.

Además resulta que Premier League Manager 99 fue creado y distribuido por Gremlin Graphics (entonces renombrada a Gremlin Interactive), una de las casas de software más importantes de Gran Bretaña en los años 80 y una de las principales responsables del éxito del Spectrum como «videoconsola» gracias a juegos como Monty Mole (1984) y sus secuelas. Su poderío y la calidad de lo que hacía se refrendaron cuando la empresa no tuvo dificultades para capear el temporal que arrasó con casi toda la industria europea de los videojuegos a partir de 1990, manteniendo siempre alto el listón que la identificaba gracias a clásicos como Lotus III: The Ultimate Challenge, Normality o la saga Actua de juegos deportivos. Y si Premier League Manager 99 no figura entre ellos, sin duda podrá hacerlo desde ahora gracias al mencionado par de chalados italianos y a los más de 15.000 seguidores aglutinados en su página de Facebook, donde han venido registrando sus progresos con el juego.

Imagen de portada de Fan di Premier 99, mostrando la «fecha mágica» del año 3000.

Que yo recuerde, jamás en la vida he llegado a estar tan enganchado a un videojuego como para dedicarle un rato a diario durante más de 15 años, si bien es cierto que de vez en cuando me dedico a rejugar programas que ya me engancharon en su momento. A lo más que he llegado es a estar alrededor de 12 horas seguidas jugando con un grupo amigos en un cibercafé, ayudando al dueño del garito (otro amiguete) a probar el invento a fondo poco antes de su inauguración. Sin cobrar, pero con barra libre de bebidas (preferentemente alcohólicas) y pizza tamaño familiar. Volver a disfrutar con Doom o Half Life 2 es para mí una obligación ritual, pero hablamos de un intervalo de varios años entre partida y partida.

Ni siquiera con el Spectrum en casa, disponiendo de mucho más tiempo libre que ahora, llegué a tales extremos. Aunque bien es cierto que, siendo aficionado al fútbol, juegos como Footbal Manager o el posterior Match Day serían responsables de más de una bronca de mis progenitores por pasar «demasiadas horas» frente al televisor. Con el primero no llegué a disputar 1.000 temporadas seguidas controlando a un equipo, pero sí debieron ser bastantes pese a que el juego no disponía de calendario capaz de decirte en qué año estabas. El primero que vi con esa característica (y uno de los pocos en el Spectrum que la incorporan, si no el único) fue Grand National en 1985, juego que debería ser objeto de más atenciones entre los «clasicómanos» del videojuego a tenor de su singularidad. Tenía gracia no ya hacer fortuna apostando por un caballo pudiendo incluso montarlo tú mismo, sino además labrarse una trayectoria prestigiosa a lo largo de años, lustros y décadas. Eso sí, sólo hasta el año 2000: a partir de ahí el juego volvía a empezar desde cero, regresando nuevamente a los albores de los 80.

En resumen, «finalizar» Grand National equivale a subirse en esto.

Eso sí, con el Spectrum nació una costumbre que e convertiría en ancestral para mí, hasta el punto de resultar instintiva: reproducir en el ordenador los diferentes campeonatos del mundo de fútbol que se iban disputando, empezando por el de México 86. Una costumbre que ya he mencionado en alguna ocasión por aquí. Cierto que no siempre con el Spectrum, pues hubo un periodo de varios años durante los 90 en que lo dejé aparcado y luego me enganché al FIFA 98, quizás el mejor juego de la franquicia y que como tal suelo rejugar de vez en cuando, faltaría más. Ahí seguimos, y si no ocurre nada raro ahí estaremos para jugar un remedo del ya casi inminente Mundial de Putin Rusia 2018 cuando se acerque la inauguración. Con algún juego de PC o consola, pero seguro que también con el Spectrum y el Match Day II, por lo que en cierta forma podré decir que llevo 30 años jugando con él. Más que esos dos italianos con el Premier League Manager 99, aunque no sea a diario.

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