No será esta la primera vez que me refiero a un curioso fenómeno: la «burbuja» experimentada por la retroinformatica desde hará unos dos años. Una burbuja que, como todas, tiene bastante componente especulativo y antecede a la inminente desaparición del modelo de negocio (o como quieran llamarlo) que lo sustenta, y que en lo referente al terreno que a nosotros nos interesa ha propiciado una auténtica avalancha de libros y hasta desarrollos hardware como el Spectrum Vega y sus diversos competidores. Se trata de un fenómeno inaudito porque, a diferencia de otras burbujas de la historia reciente, no existen circunstancias asociadas a su aparición. La burbuja especulativa que antecedió a la Gran Depresión fue motivada, básicamente, por la escasez de control bursátil; avanzando hacia un momento más actual, la burbuja inmobiliaria española se desencadenó durante una época de créditos baratos unida a la desregulación del suelo, que aumentó la demanda de pisos y, consecuentemente, infló los precios.
En el caso de la retroinformatica, fenómenos como el revival de los 80 hace tiempo que son cosa del pasado. La vorágine en la que estamos inmersos habría tenido sentido a mediados de la pasada década, cuando a la gente le dio por escuchar el mismo MP3 de Mike Oldfield emitido en bucle por Kiss FM y presumir de que los ochenta, años nefastos en su conjunto, fueron en realidad los más guays de la historia humana porque Michael Jackson lo petaba y todo el mundo iba por la calle vestido como un mamarracho. En un escenario como ese, ordenadores como el Spectrum apenas tuvieron presencia ni fueron reivindicados pese a constituir un fenómeno social. Hoy los ochenta están entre eso que los chavales señalan burlonamente como «cosas de papá y los abuelos», y sin embargo se han publicado más libros relacionados con la informática clásica que nunca desde que el Spectrum feneció comercialmente en 1993. Eso si nos ceñimos al material literario, que oferta numerosas opciones para cualquiera que desee ser visto por sus congéneres como un tarado ajeno a este planeta.
Ejemplo de lector habitual de libros sobre retroinformática.
En medio de tan extraña situación llega El Mundo del Spectrum. O más bien llegó, pues su lanzamiento tuvo lugar hace unos meses arropado por la editorial Dolmen y por la página web de la que toma el nombre, una de las de mayor solera en relación al Spectrum por cuando lleva funcionando veinte años (aunque no ininterrumpidamente) habiéndose ganado una nutrida comunidad de seguidores, para quienes sin duda el libro presenta un atractivo potencial que va incluso más allá de su temática. Cuentan los autores, el cuidado aspecto exterior e interior y un detalle en apariencia baladí pero con un peso específico notable: está escrito en castellano a diferencia de casi todos los libros de esta clase, escritos en inglés y por tanto bastante inaccesibles en un país como España, donde el conocimiento del idioma entre la inmensa mayoría de la población jamás ha abandonado (ni abandonará) niveles subterráneos.
Están el First Certifícate, el Advanced Certificate, y luego está el Botella´s Certificate.
El Mundo del Spectrum lleva a cabo un recorrido por la historia del ordenador desde sus antecedentes y su gestación hasta el momento actual, incluyendo fichas de empresas de software, programadores y videojuegos más famosos, y dedicando un tramo importante al software español, algo lógico por otra parte dado el origen del libro. En contraposición a la web, cuyo estilo de redacción oscila entre lo simplemente aceptable y lo directamente deficiente (incluyendo titulares entre signos de admiración que evocan al periodismo sensacionalista más chabacano), el trabajo editorial logra aquí subir el listón al mínimo exigible en una publicación profesional a la venta por 23 euros, si bien todavía se cuelan algunas erratas de bulto y errores en localizaciones y fechas, mientras que algunos párrafos parecen traducidos literalmente de la fuente original en inglés.
Con un descaro indudéibol, el libro llega a «fusilar» fragmentos de artículos publicados en revistas de época. Pueden leerse las páginas 18 y 19 y comparar su contenido con las páginas 6 y 7 del número 26 de la revista ZX (que se puede leer gratis aquí); un artículo basado a su vez en otro publicado por la revista británica Sinclair User, de la que la publicación española tenía los derechos. Cierto que el texto está «reformulado» para ocultar su origen (sin duda de forma algo tosca), pero la inspiración del mismo está ahí. Por supuesto no se menciona la fuente por ningún lado, no sea que haya que terminar pagando derechos de autor y la caguemos. Algo digno de un país como España, en el que este tipo de prácticas se denominan «periodismo de investigación». Con todo, podríamos tratar esto como pequeños errores que deslucen el resultado conjunto, pues no son los defectos más graves que presenta el libro a mi modo de ver. Y no me refiero a la alegría con la que los autores utilizan el término «emprendedor» a lo largo y ancho del mismo; una alegría que en ocasiones invita a aflojar la risa, por cuanto esta palabra ha terminado adquiriendo (merecidamente) connotaciones peyorativas entre buena parte de la opinión pública española.
El Bellotagate como ejemplo del clásico emprendedor español.
Descartando el tramo inicial, que es con diferencia lo mejor del libro al centrarse en los orígenes de Sinclair, poco conocidos y documentados, El Mundo del Spectrum viene lastrado por la nostalgia gratuita que impregna sus textos y hace que en muchas ocasiones adquieran un tono pueril. La misma nostalgia que hace que a algunos todo le parezca color de rosa sólo por encuadrarse en sus recuerdos de la niñez. Está muy bien eso de echar la vista atrás y rememorar tiempos pasados, pero la idea pierde su lógica despojada de la visión realista y el sentido crítico que debería tener en una obra supuestamente dirigida a un público adulto.
En este aspecto, la parte más floja es sin duda la que gira en torno a la historia del Spectrum en España y la tan cacareada «edad de oro» del software español, en el que los mencionados defectos (candidez y ausencia total de crítica) se agravan hasta alcanzar límites francamente irritantes. No es de recibo, por ejemplo, dedicar páginas enteras a glosar la historia de El Corte Inglés usando un estilo próximo al de un publireportaje y obviando detalles como que la empresa, haciendo honor a su condición cien por cien española, abusaba de sus clientes vendiendo el Spectrum al doble de su precio original en Inglaterra. ¿Quieren otro ejemplo? Cuando Sinclair puso a la venta el Spectrum+ a finales de 1984, comercializó también un kit por el que los usuarios del viejo Gomas podían convertirlo en + de forma sencilla, en su propia casa y por solo 6.000 pesetas (unos 30 €) al cambio. En Españistán, quien quisiera hacer lo mismo debía mandar el ordenador a Investrónica (filial de electrónica de El Corte Ingles, que ostentaba en exclusiva los derechos de distribución de Sinclair en el país), pagar el doble (12.000 «pelas») y esperar pacientemente durante semanas a que el ordenador le fuese devuelto. En un país donde los derechos de los consumidores brillaban (y aún brillan) por su ausencia, no cuesta imaginar el embrollo que suponía reclamar ante cualquier incidencia. Pero nada, son cosillas sin importancia que no emborronan la inmaculada trayectoria de una empresa ejemplar.
San Ramón Areces, cofundador de ECI y responsable de su época de mayor esplendor.
En resumen, nos encontramos ante una obra bienintencionada y complaciente, alejada de la calificación de «excepcional» que me he encontrado en algunos sitios y que no llamará la atención de aquellos mínimamente versados en la historia del Spectrum, pues su visión resulta demasiado superficial, limitándose a mostrar un compendio de tópicos y lugares comunes sin mayor interés. Un libro cuya propuesta es similar a que hace por ejemplo Yo fui a EGB, cuyo origen reside también en una página web y en el que el contenido, apoyado en la nostalgia barata con olor a naftalina, es un mero gancho comercial.
Pese a todo, sería injusto considerar a El Mundo del Spectrum como un mal libro que no vale la pena. Con sus deficiencias, puede servir como «primer escalón» para aquellos que quieran introducirse en la historia de una máquina tan fascinante como maltratada a lo largo de décadas (incluso por quienes se vanaglorian de conocer al dedillo la historia de la informática y los videojuegos). Gente que no pueda (o no quiera) leer en otro idioma que no sea el castellano y tenga redaños para desembolsar los 23 euros que cuesta. Una cuestión, esta última, nada trivial y que hay que considerar detenidamente, siendo este de un libro de apenas 220 páginas con predominio del contenido visual y que por tanto se «ventila» con suma rapidez. Más allá de ese primer paso sale más a cuenta valorar otras opciones, y preferiblemente en inglés.
Un youtuber resumiría así el libro y su esencia.
Toma yá !!! les has metido caña, eh?
Quiero pensar que escribes con conocimiento de causa, vamos que te has comprado el libro y opinas de primera mano. Igualmente debo entender que te ha decepcionado.
Sinceramente, y en gran medida motivado por su propaganda a bombo y platillo, en su día me planteé comprarlo. Ya presuponiendo cómo bien dices en tu artículo que sería bastante auto-complaciente e idílico en su trato con los autores/marcas españolas. Al final decidí postergar mi decisión y la verdad que leyendo tu artículo casi que se me han quitado las ganas.
De todas formas esto de la autocomplacencia ya viene de lejos. Recuerdo las míticas Microhobby y Micromania (no tanto) adulaban e hinchaban las valoraciones de las creaciones nacionales de manera bastante descarada. Personalmente era algo que perdonaba en pro de fomentar el soft. en nuestro país. De todas formas, me ha gustado mucho tu opinión crítica por su falta de rigor.
Por último, me hubiera gustado que terminases el artículo mencionando esas otras publicaciones más fidedignas a la historia de aquella época, aunque fuesen en inglés.
saludos y enhorabuena por este artículo.
Obviamente nunca voy a escribir sobre algo sin tener conocimiento previo de causa. El libro no me lo compré, me lo regalaron por Reyes. Y sí, me ha decepcionado, aunque para ser sinceros no esperaba mucho más de él. De todos modos, jamás afirmaré que nadie compre un libro a no ser que sea realmente nefasto. Al final, cada cual puede hacer con su dinero lo que le plazca. Sobre la autocomplacencia y la falta de rigor, resulta hasta divertido leer, en la reseña dedicada a José Emilio Barbero (antiguo crítico de Hobby Press), que «nunca le presionaron para hacer críticas positivas» (insertar aquí las carcajadas).
Respecto a «esas otras publicaciones», en la web le he dedicado artículos a diversos libros que pueden interesarte. Pincha en «Libros y revistas» dentro de la nube de etiquetas presente a la derecha de la página para más información. De entre los que he leído pero no he comentado aún por aquí yo recomendaría vivamente dos: High Score y The Ultimate History of Videogames, algo antiguos ya pero ideales para iniciarse en la literatura del ramo, estando el primero de ellos, además, muy dignamente traducido al castellano. El problema es que son libros americanos que no tratan al Spectrum como merece, pero aún así y todo valen la pena.
Un saludo y gracias a tí por el comentario.
¿Envidia?? Ataque personal??? No entiendo tanto odio hacia un libro que, sinceramente, me parece genial…. Desde luego muy poco objetivo por tu parte, desde leer esto, ya para mi no tienes nada nada nada de imparcialidad, y por supuesto por mi parte dejo de seguir esta web tanto aqui, como en facebook… te sudara todo, y probablemente no aparecera mi comentario, pero ahi lo dejo, al menos espero que lo leas…… Un saludo
Tú mismo. Cuando alguien señala que el rey (o supuesto rey) va desnudo por ahí, es normal que pasen estas cosas. El problema es tuyo, no mío.
Que significa nostalgia gratuita?
Buenas,
Ya he ojeado por encima los libros que mencionaste. High Score es muy visual y atractivo, eso sí, ni una sola mención al spectrum. Pero como también soy seguidor de la plataforma MAME me ha gustado mucho. El The Ultimate History of Videogames, es el otro extremo, absolutamente literario y que requiere una lectura más paciente y detallada.
He encontrado una página que recoge estos libros y alguno más, la dejo en el apartado web por si te interesa.
De paso quería consultar tu opinión sobre otro libro dedicado soft español en la época del spectrum, me refiero a «Ocho Quilates». Básicamente la pregunta es, mejor o peor que “El Mundo del Spectrum” ?
@jevilon , uno no se puede ofender porque otras personas opinen diferente de ti. Sin mencionar que pueden tener algo de razón y lo que falta es un poco de autocrítica por parte de uno mismo.
En resumen, que se ha de ser más tolerante en esta vida y valorar la diversidad.
un saludo a los dos,
A mí me ha encantado. Se merece una segunda parte.
Me pregunto si en esta mal llamada (y desde luego maltrecha) comunidad de usuarios, ex-usuarios y aficionados al campo retroinformático, alguien, sigilosamente, ha conseguido esparcir algún tipo de elixir de la eterna juventud y nadie ha dado cuenta de ello.
También hablando con conocimiento de causa, veo las cosas igual o peor que hace veinte años. Que ya son años, joder, ya son años.
Diverge. Osa discrepar. Llevar la contraria. Pero no por vicio ni despecho, sino porque simplemente tu criterio es otro, porque te atreves a ser crítico, porque no renuncias a decir lo que piensas _de verdad_ . Y hala, en menos que nada ya salen a relucir supuestas razones de envidia, de querer ser tendencioso, de generar malos rollos, de apocalipsis.
Nada, nada nuevo bajo el sol; iluminando todavía a velocidad de Z80…
Y bien. Bien por el artículo y las opiniones vertidas.
Es el mejor libro que se ha hecho sobre el mundo del Spectrum
Se merece una segunda parte sin duda
Lo recomiendo encarecidamente.
Luis: El concepto de «nostalgia gratuita» se explica en el texto. Vuelva a leerlo.
Iñaki: Me alegro por tí. Para ser totalmente sinceros, un libro de contenido tan general como este NECESITA una segunda parte y hasta una tercera. Otra cosa es que lo merezca, algo que en lo que, creo, no estamos de acuerdo. Pero si la ocasión se aprovecha para mejorar el resultado y corregir defectos, miel sobre ojuelas.
Francisci: Imagino lo poco que habrás leído sobre este tema.
Imaginas mal, he leído muchísimo por eso me atrevo a opinar.
Un saludo
Francisco: Habría que ver lo que tú entiendes por «muchísimo». Aviso que el Marca y las novelas de Dan Brown no cuentan como lectura.
Me pregunto si has recibido mi comentario anterior. De no ser así, lo reenvío. Gracias!
Fraespe: Me alegra que te hayan gustado mis sugerencias. Dejando un lado su principal defecto (para los yankis el Spectrum básicamente no existe), son dos libros geniales adaptados cada uno a un tipo de público concreto: TUHoVG es historia al detalle, mientras que High Score es lo mismo pero libre de polvo y paja y con fotos en color, que sin embargo no se olvida de contar (y contar bien) todo lo esencial.
Por dejarlo claro desde el principio, Ocho Quilates le da mil vueltas al libro que comentamos. Ya escribí sobre él en la web cuando tuve ocasión de leerlo.
Respecto a quienes se ofenden cuando alguien señala que el rey (o supuesto rey) va en pelotas, es algo que no me pilla de sorpresa. Tal como ya he comentado el problema lo tienen ellos, no yo.
Un saludo.
Leo
Sin conocerme de nada, sueltas ese despectivo comentario,por el cual te delatas y anulas credibilidad a todo lo que has escrito.
Se nota rencor y subjetividad en la lectura de tu artículo,
Si mi respuesta no la publicas no tiene importancia,como te digo, con tu comentario ya te delataste, no voy a rebajarme a tu nivel, simplemente comentarte que si como dijiste «me decepcionó y no esperaba más de el libro».
Cuando no esperas más,no hay decepcion, deberías de cuidar tu forma de expresarte porque tratando de juzgar el libro por su forma de haberse redactado,adoleces y mucho de ese mismo mal que tanto criticas.
Pero en fin, de cientos de personas que opinan del libro que es una maravilla solo una dice que no vale nada, ese uno eres tú y se nota venganza y asuntos turbios por tu parte hacia el autor o autores,se nota demasiado, de forma mas inteligente habrías podido hacer daño, pero lo que al final conseguirás es que la gente termine comprando el libro , los pocos que quedan,ya que ha sido un gran éxito de ventas y esta claro que eso te duele.
Lo siento por ti.
Ahí te quedas con tu odio y desprecio hacia los demás.
Hanami: Es una de las causas por las que ya apenas sigo la escena retroinformática española y me centro más en la británica. No sé, supongo que será cosa del ego y las ganas de molar al prójimo típicas de eso que llaman «carácter latino», pero resulta muy cansino. Si a eso le unimos lo peor de ese cáncer que es la imposición de ser políticamente correctos, pues apaga y vámonos.
Hay un hecho incontestable del que nadie aquí parece haberse dado cuenta, y es que no estamos juzgando un blog de acceso gratuito ni un voluntarioso trabajo autoeditado, sino un libro respaldado por una editorial y una campaña publicitaria importantes, por el que se exigen 23 euros a todo aquel que quiera leerlo. Cuando alguien se mete en un fregado semejante no basta con hacer las cosas bien: hay que hacerlas a la perfección, además de estar preparado para recibir críticas ante el menor error. Si eso no te gusta, no te metas. Dedícate a fregar suelos, cocinar hamburguesas o lo que sea que se te dé bien. Lo más gracioso de todo es que quienes defienden el libro con más vehemencia seguramente no verán ni un duro por él.
Francisco: Lo de «cientos de personas opinan que el libro es una maravilla» me recuerda a cuando la protagonista de Betty la Fea afirmó en una entrevista que «si tanta gente ve la serie será porque es buena ¿no?». Tu comentario está al mismo nivel.
Y por lo que a mí respecta, en el texto ya he dejado claro que sería injusto decir que el libro es malo. A ver si aprendemos a leer línea a línea y despacio en vez de en diagonal y a la carrera. Si gracias a este artículo (o por culpa de él) la gente se lanza en masa a comprar el libro, a mí no me afecta porque la gente, al final, está en su derecho de gastar su dinero en lo que le plazca. Eso sí: como responsable de disparar las ventas, quiero mi parte.
Por cierto: el comentario que has dejado con posterioridad a este ha sido eliminado. Los payasos están muy bien para reírse de ellos durante un rato, pero cuando se limitan a repetir los mismos chistes una y otra vez acaban cansando. Un consejo para terminar: estudia el significado de la palabra «ironía», así como su aplicación lingüística.
Como se borraban blogs del feed? ah, sí, ya lo tengo.
adioooossss
Buen artículo, me alegra leer otras opiniones.
Suerte con la caza de brujas, te van a dar hasta en el carnet… ;*
Buenas,
Pues a mi el libro me ha encantado. Por tanto, disiento de la opinión del autor del artículo.
Dicho esto, a mi la crítica (que no comparto) me ha resultado de lo más interesante. Personalmente encuentro refrescante el conocer opiniones diferentes a la mía que me obligan a reeplantearme ciertas cosas. Además considero que el autor justifica perfectamente sus opiniones. Otra cosa es que uno las comparta o no. Yo no detecto ni rencor, ni nada que se le parezca.
¿Que el comentario es duro? Ciertamente. Pero está en consonancia con el tono de este blog. Si a alguien no le gusta, pues que no lo lea.
Y en cuanto a la subjetividad que alguien menciona… hombre, hasta donde yo llego este es un blog personal… yo no espero otra cosas que una opinión personal.
Así que enhorabuena y sigue dando caña.
Pd.:No quiero dejar hueco para malas interpretaciones, así que insisto: El libro me ha encantado y en general el trabajo de la gente del «Mundo del Spectrum» me parece de lo más meritorio.
Briefer: Estoy tan apesadumbrado que no creo que pueda pegar ojo esta noche.
D_Skywalk: Gracias. Respecto lo de la «caza de brujas» y los palos en el carnet, era algo que esperaba y me preocupa tanto como los derechos de las minorías a Donald Trump. Es tal la candidez de los «ataques» y tan fácil responderlos que hasta siento compasión por quienes los lanzan.
Nachoblaz: Gracias por todo. Da que pensar la respuesta de quienes más parecen integrantes de una secta antes que personas normales. El día que no puedan pagar la luz que se vayan a pedir ayuda a la editorial o a los autores, a ver qué ocurre.
Lo más gracioso de todo es que en el artículo se llega a decir textualmente que «sería injusto considerar a El Mundo del Spectrum como un mal libro que no vale la pena». Menos mal que no pone otra cosa peor, aunque pensándolo bien hablamos de gente que a duras penas sabe leer, y por lo tanto no cabe exigirles nada más allá de sus limitaciones.
Hola, leí esta entrada llegando desde un grupo de FB donde se aludía a rencores y envidias por parte del autor del blog para explicar el origen de una crítica que indudablemente no ha sentado demasiado bien entre algunos.
Aunque conocía el blog de antes he de decir que hasta ahora no había leído con atención ningún post, y me he llevado una grata sorpresa al leer no sólo esta crítica, sino también las anteriores a otros libros. La escena española está muy escasa de comentarios de valor sobre libros, videojuegos y de todo tipo de arte. Ese tipo de críticas no interesan (al menos a mí) porque salvo palmaditas, guiños, codo-codo y alabanzas gratuitas, poco más se puede encontrar ahí.
Por último, alguno de los que echaban leña a la pira contra el autor de este blog con más avidez en el post de Facebook curiosamente le habían hecho Me gusta a la página. Cuando se lo hice notar empezó a borrar sus comentarios entre protestas. Supongo que la posibilidad de formar parte de una turba linchadora para algunos es una tentación demasiado fuerte.
Cuando el supuesto autor (o autores) de una obra utiliza argumentos tan pueriles como la envidia para defenderse de una crítica, queda claro el nivel de la obra y los autores. Pero cuando quien lo hace es alguien que ni siquiera cobra por defenderla, se rebaja al nivel de los aficionados radicales de un club de fútbol. Y lo demuestra comportándose como tal.
Me alegra que te gusten mis críticas de libros. Un saludo.
Muchísimas gracias por ahorrarme 23€+Gastos de envio.No ha podido ser mas gráfico y descriptivo el vídeo de los Simpsons,temía encontrarme precisamente eso en el libro y ya estoy cansado de piruletas y gominolas,el problema es que en este pais nos hemos quedado estancados en la fase nostalgia.Otro problema que veo es que el tema retro en España esta muy enfocado a la gente que estuvo,se fue,y años después descubren que hay gente que juega al spectrum,la megadrive,la nes,tal vez este sea el motivo del primer problema,uno alimenta al otro y viceversa.Por lo que he visto en los comentarios,te has topado con la santa inquisición y su red de cotorras,tu tranquilo que no tienen poder suficiente como para quemarte por hereje xD .
Un saludo y gracias de nuevo.
Ya quisiera esa gente parecerse a la Inquisición. No llegan ni a bufones de tres al cuarto.
El retro en España tiene mucho de «fanboyismo» en su variante más rancia y nauseabunda. Tanto como para tildar de «excepcional» un libro hecho casi todo él en base a material sacado de Internet, por copia o alusiones.
Un saludo y gracias por el comentario.
Antonio, me provoca tristeza profunda, que agradezcas a un «BLOGGER¨por ahorrarte 23€ +gastos, y tod por su humilde y respetable «OPINION». Tratandose de un libro creo que no deberias tomar dicha desicion basada en la opinion de otro, te sugiero que visites una tienda de libros, lo tomes en tus manos, lo hojees un poco y decidas por ti mismo si vale la pena comprarlo o no, ya que tratandose de un material Grafico, y con contenido variado, que no solo entra en la categoria de ensayo, sino que en cierta forma es una forma de Arte y su analisis, las decisiones deben tomarse por la impresion de uno mismo y no la de un tercero! Es mi Humilde consejo! Suerte!
Este comentario es exclusivo para el autor del Blog y la Critica, respeto todas las Criticas y las Leo con atencion y dedicacion, dicho esto me gustaria leer tu Reseña, Revision o Critica sobre el libro de Andrew Hewson «HINTS AND TIPS FOR VIDEOGAME PIONEERS» en mi humilde opinion una obra maestra y posiblemente el mejor libro escrito sobre este topico en particular. Sinceramente, me encantaria poder conocer tu opinion al respecto. Abrazo!
El libro de Hewson no lo he leído aún, pero si cae ten por seguro que habrá reseña. En cuanto a tu comentario sobre el libro que nos ocupa aquí, me parece delirante. ¿Te provoca tristeza que alguien decida no gastar un pastón en un libro que a su juicio no lo vale? ¿Dónde ves tú «arte» en esta cosa? ¿Es que te llevas comisión por ventas, como así parece ocurrir con el resto de palmeros que se tiran a la yugular de quién se atreve a decir que el emperador va por ahí en pelota picada?
Acabo de encontrar tu review sobre el libro y, tras haberlo leido, debo decir que estoy totalmente de acuerdo con tu artículo. Felicidades.
Me parece increible el fanatismo de la gente que sacan las uñas en cuanto alguien opina lo contrario a ellos.
Lo alucinante es que el libro es un panfleto que nadie con un mínimo de conocimiento del spectrum puede encontrar interesante. Pero se supone que todos estos jugones y lectores lo encuentran fascinante, cuando se limita a repetir cuatro chorraditas y anécdotas conocidas por todo el mundo.
País de locos.
Gracias por tu comentario. País de locos es por ejemplo Noruega, donde la gente quema iglesias y abraza ideas nazis por puro aburrimiento. España es más bien de imbeciles. En su caso no utilizo la palabra «país» porque hacerlo sería insultar a otros rincones del planeta merecedores de tal definición.
A raíz del segundo libro les he comentado que deberían citar las fuentes que usan, porque queda feo poner las entrevistas de Retro Gamer como si las hubiesen hecho ellos para el libro.
Al poco rato mi mensaje ha desaparecido misteriosamente de la página.
Nivelazo.
Lo has dicho tú mismo: nivel Maribel. Lo que me sorprende es que, no contento con la primera experiencia, hayas repetido con la segunda. Lo tuyo es masoquismo.
A mí para el segundo libro no me cazan otra vez. Ya he palmado 23 euros con el primero como para repetir. La verdad es que de un libro que lleva por nombre «El Mundo del Spectrum» me esperaba muchísimo más tanto en cantidad como por calidad. Ojalá hubiera leído este post antes …
Por otro lado, si supuestamente el primero ya abarca todo «El Mundo del Spectrum» ¿qué se supone que trae el segundo? ¿no estaba ya todo contado? Ni lo sé ni voy a gastar nada en averiguarlo. A ver si consigo colocarle el primero a alguien que le guste la naftalina y la cremita.
Gracias por lo que me toca («ojalá hubiese leído este post antes»). En cuanto a lo de colocar el libro, lo tienes difícil si lo que quieres es recuperar los 23 eurazos que te costó, aunque nunca se sabe.
Llego un año tarde, pero también quiero agradecerte que me hayas ahorrado la pasta. Justo estaba por comprarlo, pero me entraron los sudores cuando leí «El libro para la generación EGB» que ellos mismos ponen en su web, y tu post ha terminado de confirmar mis peores temores. Tengo más de 40 años y no estoy ya para según qué tontadas indulgentes.
Nadie con esa edad y dos dedos de frente debería estar para tontadas. En tu caso, llegar a tiempo significa ni más ni menos que eso, aunque haya pasado un año,
Respondo tardísimo al comentario del tal willy,siguiendo la línea del amigo leo rojo,deberías leer los comentarios al completo.
Como bien indico en mi comentario,agradezco la confirmación de que el libro es exactamente lo que yo esperaba que fuese y no he tenido que gastarme los 23€ para comprobarlo,este hombre no me ha convencido de nada,simplemente en su artículo desglosa el libro y su contenido,contenido en el cual yo no estaba interesado y por eso no lo he comprado,en infinidad de ocasiones a la gente le gusta tachar a los demás de acólitos o simples,solo por el hecho de no comulgar con sus ideas,pero si con las de otros.Por cierto,al final por circunstancias el libro cayó en mis manos,y me reafirmo en lo mismo,pestazo a pachuli y piruletas gratuitas.
Un saludo!!!!
Un saludo para tí.
Otros 23 euros ahorrados por aquí. He tenido ocasión de hojearlo y es tal cual comentas, yo diria que hasta peor. Parece que Wallapop se esta llenando de ejemplares repudiados. No es dificil encontrar este o su continuación por menos de la mitad de su precio base. También he visto el de Amstrad que es más de lo mismo. Parece como si estuviera de moda hacer libros carísimos sin apenas contenido y de escaso valor.
Muchos de quienes se vieron atraídos por el libro, ya fuese por la publicidad que le dieron, por la incapacidad de leer en ingles o por ambas cosas, acabaron dándose cuenta de lo que ocurre cuando se escribe sin saber escribir y encima se cobra por ello.
Es un fenómeno tristísimo y muy propio de un país como España, donde la estafa, en cualesquier forma o nivel, es norma de ley cuando hay dinero de por medio. Y duele más ante la evidencia de que apenas existe literatura decente sobre retroinformática escrita en castellano.
Está buenísimo el libro, una crítica de mierda que no le interesa a nadie.
Como doy por hecho que no te llevas comisión por cada ejemplar vendido aquí el único mierda eres tú, además de imbécil. Tu comentario es muy elocuente al respecto.
Da gusto leer por una vez una crítica que es una crítica y no un masaje. El libro tiene algunas partes salvables, que entiendo derivan de las entrevistas que los autores han realizado en el podcast. Y tiene otras, bastantes, que resultan tediosas. Tampoco está muy bien escrito, pero por desgracia suele ser la regla en este tipo de libros. Yo lo haría peor, que conste.
Pero bueno, la maquetación es atractiva, cuesta poquito y no se puede negar que está hecho con ilusión. Eso sí, la continuación como que mejor no me la compro.
Me ha encantado el uso del término «masaje». En cuanto a lo demás, el libro no es en absoluto barato teniendo en cuenta lo que es y especialmente lo que contiene. Para que te hagas una idea, el precio de A Gremlin in the Works no llega a treinta euros y decir que es infinitamente mejor es quedarse corto. Lo de la ilusión no vale ni como excusa cuando te están pidiendo dinero (y no poco, insisto) a cambio de un producto compuesto básicamente de plagios encubiertos, algún que otro publireportaje muy mal disimulado y textos que parecen escritos por alumnos de primaria. O de facultad española de Periodismo, que también.
Y si la primera entrega te ha parecido lo que te ha parecido, mejor no te molestes en leer la segunda.
Un saludo y gracias por el comentario.
Yo como usuario de zx de toda la vida y seguidor del mundo del spectrum desde siempre cuando sacaron el libro y cambiaron la web me olio muy mal todo a cierto tufo comercial y desde entonces ni me paso a mirar un saludo y buen articulo.
Gracias por lo que me toca.
La verdad es que no se muy bien cómo me he visto leyendo e informándome un montón sobre la escena retro estás últimas semanas. A pesar de ser un usuario del zx desde la época del pheenix, y jugador de videojuegos de toda la vida, nunca me había dado por estos temas. Tengo que reconocer que es acojonante la profundidad, los detalles personales y la calidad de las entrevistas y de la escena retro en general. Se nota que hay mucho cariño y una implicación personal impagable.
He estado viendo, leyendo y escuchando horas y horas y horas de material de todo tipo. Como labor nostálgica y narrativa de cara al chaval que todos fuimos en aquel tiempo, que no sabía que se «cocía en la mansión Dinamic» ni en ninguna otra, solo puedo poner un diez a la escena retro en España.
Ahora bien, a mi entender, el tema de los videojuegos en aquella época (y sobre todo en los 90) excede con mucho el análisis realizado desde un punto de vista exclusivamente nostálgico de aquellos años. Entiendo perfectamente que en «El mundo del Spectrum» y en otros sitios, quieran mantener, como principio de trabajo, un ambiente buenrollero, porque su objetivo es quedarse en esa nostalgia de las buenas sensaciones. Obviamente es una parcela legítima, pero que está muy lejos de agotar el tema.
En la escena retro echo en falta análisis con otros enfoques. Echo en falta un enfoque más empresarial, con datos de facturación, ventas, distribución, sueldos…análisis con cifras que hasta hoy se dan con cuentagotas. También he visto que se ha perdido el punto de vista del simple jugador de la época, especialmente a partir del 86. Ese chaval, generalmente sobremotivado por unas revistas (microhobby y micromanía) que creaban unas expectativas irreales y desmesuradas, y que, salvo contadas excepciones, solo sufría una serie interminable de ilusiones defraudadas.
No me quiero poner rollero, pero tengo muy claro que llamar a aquella época «edad de oro», está de más. No solo en España, sino a nivel europeo. El negocio del videojuego se cimenta en el juego, aunque luego haya otros actores colaterales contingentes (hardware, revistas, etc…). Llamar industria a aquel negocio en europa es mucho llamar. Cuatro realmente se forraron y otros cuantos hicieron un muy buen dinero porque había chicos, a menudo menores de edad, trabajando en sus casas, dedicando todo su tiempo libre e ilusiones para que luego, en el mejor de los casos, les dieran migajas. Incluso, de cara al que compraba el juego y leía las revistas, el juego realmente lo había hecho el de siempre, la conocida empresa de turno que se llevaba ese reconocimiento. Hubo algunos afortunados que estaban a sueldo y todo, pero la realidad es que, poco a poco, los más espabilados se dieron cuenta que el negocio no era crear videojuegos, era venderlos. El negocio estaba en comprar un videojuego ajeno a un precio mucho menor de lo que valía o hacerlo sin riesgo (con royalties), generar expectativas y venderlo. Y por supuesto asociar tu nombre al juego para potenciar el nombre de tu marca.
A mi se me han caído mucho mitos, por decirlo de una manera suave. No sé cómo varios lustros después sigue habiendo entrevistas donde determinados tipos, europeos en general y españoles en particular, no tienen ninguna vergüenza en presumir de sus «skills» y sus «expertises» de entonces. Que cuando les sacan determinados temas, ni piden perdón, ni se arrepienten y tienen justificaciones para todo. Por supuesto que en Europa había talento creador, alguno muy notable, pero también muy escaso, mal formado y ahogado por unos puestos directivos de muy baja calidad o por una ideas personales desordenadas. La única edad de oro e industria real del videojuego en aquella época era la japonesa, que se comieron a todos porque les daban cien mil vueltas en todo.
Es la primera vez que participo aquí. En la vista previa me ha salido el comentario anterior sin puntos y aparte, un buen mazacote. No sé si saldrá así después, pero es tan amable de corregirlo sería bueno para todos.
Gracias.
Como es normal, no hace falta que publique este comentario.
Gracias por tus comentarios. En el primero me he tomado la libertad de editarlo para separar el texto debidamente por párrafos, y de este modo hacer su lectura más accesible y cómoda.
Sobre el comentario en sí, toda la razón. Que mucha gente se niegue a ver el bosque más allá de los árboles es problema suyo. A mí, sin ir más lejos, me han caído hostias por hacer un enfoque más realista de una época mitificada en virtud de una bandera nostálgica que dice mucho sobre quienes la enarbolan. No para bien, evidentemente.
No obstante, el paso del tiempo va poniendo las cosas en su sitio y poco a poco han ido surgiendo páginas web y canales de YouTube donde se intentan realizar análisis más rigurosos de las cosas, aunque por lo general se trata de sitios ingleses y americanos. En España, como bien has apuntado y siendo lo que son el país y su paisanaje, el forofismo el palmerismo y el chupapollismo siguen siendo monedas de uso común. Y continuarán siéndolo durante mucho tiempo.
Gracia a ti por publicarlo. Tienes una buena web, muy trabajada e interesante. Además, escribes con bastante soltura, es agradable leerte.
Yo he vivido fuera de España y trabajado con muchos europeos. He tenido amistad con europeos, asiáticos, africanos (subsaharianos), sudamericanos… y hay gente de todo tipo por todas partes. Personalmente, en Europa, he sufrido en mis carnes demasiadas veces un desprecio gratuito a lo «español», o a mi persona por ser español, cuando encima me hacían tragar con productos o servicios inaceptables. Obviamente, también he sufrido a los «pofesionales» compatriotas. Al final, seamos de aquí o allí, no dejamos de ser todos personas, nadie va a ser el poseedor exclusivo del vicio o la virtud, y para mi no deja de ser un profundo misterio (más allá de las explicaciones obvias a toro pasado) cómo a algunos les va «demasiado» bien y otros están hundidos.
Volviendo al mundo spectrumero, creo que el anormalmente largo tiempo de vida del Spectrum permitió que unos cuantos (pocos) afortunados pudieran aprender a programarlo y a hacer juegos de forma casera. A mi entender, fueron los que más disfrutaron de ese momento. Muchos hubiéramos matado por conseguir que alguien nos enseñara eso del ensamblador y del código máquina. Que nos enseñara a empezar a hacer nuestros propios juegos. O al menos tener algún libro, ALGO.
No todos teníamos un Corte Inglés al lado de casa, y, a pesar de mostrar un interés desmedido por el ordenador e incluso de tener algún familiar informático, solo pude manejar algún libro cutre de BASIC que no era ni de Spectrum. Por supuesto eso no servía para nada. La Microhobby tampoco lo ponía fácil. Cuando ya crecí un poco como para poder comprarme por mi cuenta alguna revista, llegué tarde. Era un compendio de contenidos eclécticos, dónde la didáctica ni estaba, ni se la esperaba. Siempre te remitían a números anteriores para poder hacer uso del contenido recién publicado. Que si compiladores, que si cargadores de CM… eran como tesoros alojados en el pico de alguna montaña inaccesible. Incluso ahora, si repaso alguna revista, todavía me pregunto a dónde querían llegar con ciertos contenidos. No tenían ningún sentido para el lector normal.
En mi opinión, aquello fue la gran oportunidad perdida. A nadie se le ocurrió hacer un libro explicando el Ensamblador para chavales de 13 años, pequeñas rutinas para mover sprites, hacer un scroll… teníamos un potencial muy grande en nuestras manos y solo nos daban juegos que apenas aguantaban tres partidas. Alguna vez salía algo en la Microhobby, como el 3D Game Maker, pero era tan ridículo el contenido explicando su funcionamiento, y tan difícil de saber dónde se compraba eso (y a unos precios desorbitados) que el interés que se podía tener desaparecía entre los anuncios de ERBE y Dinamic.
Si hoy, con la máquina más que superada, y con un montón de información al alcance de cualquiera, se hacen unos 200 programas al año por nostálgicos, no me puedo imaginar en aquel tiempo la explosión de creatividad que podía haber habido.
No deja de serme muy sorprendente, que se subraye con cierta frecuencia, que los chavales de aquellos años tuviéramos como objetivo exclusivo el usar el ordenador para jugar. Eso es rotundamente falso. Simplemente no nos enseñaron ni dejaron hacer otra cosa.
Bueno, espero que esta vez no te haga trabajar con los puntos y aparte.
Gracias por los elogios. Se hace lo posible, que no es poco teniendo en cuenta las circunstancias derivadas sobre todo de la falta de tiempo. Nuevamente tuve que separar los párrafos de texto, pero no supone mayor problema.
Tu comentario es muy elocuente a la hora de rebatir esa idea de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, absurda excepto en casos muy contados y propia de muertos de hambre que evaden su realidad cotidiana esgrimiendo argumentos propios de una conversación entre cuñados. Miren, no: salvo excepciones como digo, cualquier tiempo pasado fue… anterior.
Por cuestiones diversas que no tienen mayor cabida aquí, España está ahora mismo más próximo a Marruecos, Túnez o Egipto que a Francia, Italia o Reino Unido. Como le dije hace tiempo a un colega sueco, muy descontento con la situación actual de su país, si bien es cierto que en todas partes comen habas en España se comen, se desayunan, se almuerzan, se meriendan y se cenan. Al menos en mi caso particular, cuando he salido fuera por turismo o trabajo no he tenido esa sensación de convertirme en gitano rumano a ojos de todo dios nada más cruzar la frontera, algo que mis padres sí experimentaron hace décadas. Es cierto que en un planeta habitado por 8.000 millones de personas resulta imposible que exista un lugar libre de cretinos y gilipollas; pero algo se ha ganado, creo yo.
En el tema del Spectrum y la “oportunidad perdida” tiene algo que ver la idiosincrasia propia del país y su casta empresarial, anclada en modas y modos atávicos. Algo sobre lo que he escrito varias veces en esta web. Aquí por ejemplo: https://www.elspectrumhoy.es/dos-lingotes-de-ocho-quilates/
Y seguimos más o menos igual: Ha pasado más de una década desde el reparto gratuito de ordenadores en algunas comunidades autónomas, una medida electoralista que teóricamente iba a sacar, aunque solo fuese por efecto probabilistico, un Bill Gates. Y lo que han salido son youtubers.
En primer lugar, gracias por atreverse a hacer esta entrada. Me imagino que le habrá caído de todo ya que la crítica no está bien vista en la retroescena española.
Yo aquí veo un doble crimen, y no ya por la «obra» en sí, que adolece de todos los errores enunciados e incluso algunos más que se manifiestan en una segunda relectura, sino por algo aún todavía peor.
Este libro ha sido el pistoletazo de salida para muchos otros wannabe de escritores que no se atrevían a publicar nada porque acertadamente pensaban que su trabajo no iba a tener la suficiente calidad para descansar sobre las hojas de un libro, o que se precisaba ser más experto para poder convencer a una editorial. Este libro y los sucesivos han demostrado que hasta el más gañán puede publicar algo si endulza de forma generosa el texto que va a presentar. No se precisan grandes conocimientos, ni corroborar lo que se cuenta. Tan sólo ensalzar los años dorados e incluir una sabrosa cantidad de nostalgia embutida en forma de imágenes y tópicos.
Qué pena todo
Muchas gracias por tu comentario. En España, el fenómeno de los wannabe (extrapolable a todos los ámbitos de su sociedad) no sorprende ya a nadie tal como lo describes. Ejemplos ha habido, hay y habrá de que lo más recomendable, en el caso que nos ocupa, es acudir a libros en inglés. La diferencia de nivel, tanto redactor como de documentación y editorial, es sideral en la inmensa mayoría de casos.
En cuanto lo de publicar libros, la cuestión a preguntarse no es el qué, sino el por qué. Siendo España un país donde el enchufismo, el amiguismo y demás «ismos» relacionados son vitales para medrar (sobre todo en el ámbito de las artes, plagado de muertos de hambre con ínfulas), lo realmente importante es tener buenos contactos y saber dorar la píldora adecuada en el momento oportuno. Basta echar un somero vistazo al catálogo de la propia editorial Dolmen (a propósito, salpicada por acusaciones de plagio) para obtener respuestas muy clarificadoras.
«Buenas intenciones y poco más»
Un gran título, porque ya se sabe que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones…….
Chapeau
Gracias por tu comentario y por la loa. Un saludo.