El próximo mes de junio se cumplen veinticinco años del lanzamiento de Phantomas, juego surgido con la intención de sacar a Dinamic del pozo en que se hallaba tras varios reveses como Sgrizam u Olé, Toro. Con el éxito de Profanation (1985) como referencia, la compañía madrileña optó por “fusilar” sus propias ideas para reencontrarse con la buena senda, y de este modo Phantomas no era sino un clon de Profanation al igual que también lo era Camelot Warriors, puesto a la venta en primavera con más repercusión en los medios especializados que en las listas de ventas. Cuando Phantomas se publicó algunos dijeron, y no sin tener parte de razón, que era más de lo mismo y encima con un aspecto más chusco (“al menos el Camelot tiene unos gráficos alucinantes”, decía un amigo). Sin embargo nadie contaba con la inesperada baza de su carismático protagonista, que ayudó a hacer del juego un enorme éxito y originó una saga que perdura hasta hoy. Nosotros tratamos de descubrir el secreto de ese éxito en la siguiente Leyenda:

Leer El carisma de Phantomas.

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