Ahora que la legendaria creación de tito Miyamoto está de cumpleaños, en el antiguo Matadero de Madrid se ha montado una exposición para celebrarlo por todo lo alto. Y allá que nos fuimos a verla el pasado 17 de septiembre.
La realidad es que la exposición como tal no nos pareció gran cosa por lo corta que resulta, aunque ya lo esperábamos teniendo en cuenta que a ella sólo se dedica el llamado Centro de Diseño, que ocupa una pequeña parte de lo que hoy es un enorme conjunto de edificios remodelado de forma bastante gafapastil, muy “a la vanguardia” pero pese a ello muy adecuado para organizar saraos interesantes como este. Porque Mario y los juegos que protagoniza ya no son sólo eso. Son obras de arte perfectamente consolidadas en el panorama cultural. Auténtico arte interactivo con el que además es posible pasar un rato divertidísimo, como bien pudieron comprobar los chiquillos que se ponían a los mandos del Super Mario Bros de 1985 para echarse una partida.
Mario también tiene su Lado Oscuro…
Total, un evento interesante pero demasiado sucinto, en el que destaca la sala donde un puñado de dibujantes ofrece su particular visión del mundo de Mario y sus personajes, con láminas en general bastante divertidas y en algún caso teñidas de una considerable mala milk:
En relación con el Spectrum, si yo eché algo de menos fue un apartado que bien podría haberse llamado “Super Mario visto en la Europa de los 80”. Cuando Shigeru Miyamoto dio a luz los primeros capítulos de la saga, videoconsolas como la NES eran prácticamente desconocidas por aquí. Mario tuvo su hueco en el softwarero del pequeño Gomas merced a las conversiones de diversas recreativas; comenzando por supuesto con Donkey Kong, de cuando Mario se hacía llamar Jumpman y todavía curraba de carpintero. El paso del tiempo nos ha demostrado lo que nos perdimos en su momento: en 1985 el Spectrum vivía su máximo apogeo, y aun careciendo de las prestaciones de la NES podría haber acogido sin complejos al mítico Super Mario Bros, a buen seguro estando a la par del original en cuanto a diversión. Lo demuestran ejemplos como el de esta demo creada en Rusia para el Spectrum de 128 Kb, aunque no esté perfectamente pulida. Por desgracia eran otros tiempos y pese a que Japón estaba más de moda que nunca, informáticamente hablando distaba de Europa mucho más de lo que indica un mapamundi.
¿Y yo qué, hijos de puta? ¡Hasta ahora solo un puñado de valientes se han atrevido a reivindicarme!