El éxito del ZX-81 vino determinado por una serie de factores claramente identificables que lo posicionaban ventajosamente ante la competencia. El más obvio de ellos era el precio, que rebajaba considerablemente el de su predecesor y resultaba casi irrisorio adquiriendo el ordenador en formato de kit para montarlo en casa; pero también tuvo mucho que ver la promesa realizada por Sinclair de ofrecer una económica impresora con conexión directa a la máquina. En aquel momento parecía imposible que un usuario doméstico pudiese disfrutar de un conjunto de ordenador e impresora sin endeudarse de por vida.

Hoy pocos podrán negar que la ZX Printer sea uno de los aparatos informáticos más ingeniosos que se hayan comercializado. Con su tamaño liliputiense (cabe en la palma de la mano de un hombre adulto), no tenía hueco para alojar un sistema de impresión convencional, así que en su lugar los diseñadores utilizaron un par de electrodos que quemaban la superficie de un papel metalizado especial. Lejos de cualquier sofisticación el invento era muy sencillo, requería muy pocas piezas y tenía un coste muy bajo, lo que permitió ofrecer la impresora al mismo precio que un ZX-81 vendido en kit “móntelo usted mismo”. Aunque tampoco estaba exenta de problemas (los electrodos y el papel especial resultaban delicados y se degradaban con rapidez), la ZX Printer era adecuada para el mercado al que iba destinada y se vendió bastante bien. Entre quienes la adquirieron se contaron más de 2.000 colegios británicos, que a instancias de un plan del gobierno para informatizar las aulas se acogieron a una oferta lanzada por Sinclair, por la cual podían adquirir un ZX-81 con ampliación de 16 Kb y la impresora.

Actualmente es complicado encontrar una ZX Printer que funcione a la perfección, por lo que se ha convertido en un codiciado objeto de coleccionismo informático. Un objeto que a muchos les podrá parecer un juguete, pero que llegó a utilizarse en entornos profesionales: la calidad del aparato era lo bastante buena como para imprimir textos de forma limpia y legible, así que más de una revista la usó para sacar listados de programas en la redacción, que luego se pasaban a papel normal simplemente fotocopiándolos. Eran otros tiempos, no cabe duda.

ZX Printer funcionando. En este video se pueden observar claramente los chispazos de los electrodos.

Aquí tenéis otro video algo más detallado sobre la máquina y su funcionamiento.

One thought on “Imprimiendo que es gerundio”

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