Pozí oigan, en estas fechas de calores típicamente estivales El Spectrum Hoy cumple cuatro años de vida. Y lo hace gozando de buena salud, con una frecuencia de visitas y un ritmo de actualizaciones que para sí quisieran muchas otras webs relacionadas con nuestro querido Spectrum. Regularmente recibo correos de lectores confiándome sus impresiones, quejas y sugerencias sobre la página, algo que ciertamente anima a seguir adelante con este proyecto, a pesar de todos los problemas que puedan surgir.
Para ser sinceros, el primer sorprendido de que hayamos llegado hasta aquí soy yo mismo. Decenas de espacios nacen cada día en Internet, y la mayoría acaban feneciendo más tarde o más temprano ante el hastío y la pérdida de ilusión de quienes los pusieron en pié. Tampoco hay que ocultar que las circunstancias personales cambian con los años; Digiexp puede dar fe: el pobre cada día me recuerda más a Ben-Hur encadenado al remo de la galera. Y en lo que a mi respecta, estas circunstancias personales a las que aludo en nada se parecen a las de hace poco más de dos años, momento en que empecé a colaborar activamente con esta web tras haberle seguido los pasos regularmente casi desde su puesta en marcha en agosto de 2001. Para bien o para mal mi vida ha cambiado mucho desde el verano de 2003. Hay que decir que en muchos aspectos radicalmente para bien, aunque ello ha traído como consecuencia que ya no disponga de tanto tiempo como antaño (y ya entonces no era mucho, las más de las veces). Pero todavía me divierto jugando con el Spectrum, y todavía me hace ilusión trabajar por El Spectrum Hoy escribiendo artículos, estrechando lazos con otras webs amigas, proponiendo ideas nuevas… Colaborando en definitiva por mantener viva esta pequeña web, con la que tanto he disfrutado hasta ahora. Realmente pienso que sigue mereciendo la pena, incluso a costa de «locuras» como sacrificar alguna hora de sueño. Sarna con gusto no pica.
En fin, no sé qué más decir. Solo esperamos que hayáis disfrutado de la web durante los cuatro años que llevamos dando guerra, y que sigáis disfrutando con nosotros los próximos cuatro… o los que se tercien. Aquí estamos y aquí seguiremos mientras podamos.
Esto… Bueno, hasta tipos tan ponzoñosos como estos merecen la oportunidad de seguir cuatro años más. O bueno, tal vez no.