El 5 de diciembre de 2009 se cumple el primer cuarto de siglo desde el estreno de Los Cazafantasmas en España, meses después de haber sido estrenada oficialmente en Estados Unidos. La película tuvo un éxito fabuloso en todo el mundo, erigiéndose de golpe y porrazo como la segunda más taquillera del año, superando incluso al por entonces invencible “Rey Midas” Spielberg, que ese mismo año había estrenado Indiana Jones y el Templo Maldito. Los Cazafantasmas se convertiría por derecho propio en uno de los iconos más reconocibles del cine de los 80, y situó firmemente a sus protagonistas y a su director, Ivan Reitman, entre los grandes del cine comercial de la época.

Yo tuve la inmensa suerte de verla de estreno en pantalla grande, y ni que decir tiene que salí extasiado, como supongo lo harían la mayoría de chavales que vieron entonces la peli. Como suele ocurrir siempre, el paso de los años y los múltiples visionados te hacen ver las cosas de forma más reflexiva; pero aunque ciertamente la peli no me parece tan maravillosa como entonces, tampoco es cuestión de restarle méritos: la primera hora sigue siendo tremendamente divertida, y aunque luego el listón baja considerablemente, todavía queda hueco para momentos memorables, como la aparición del Marshmallow pisoteándolo todo a su paso.

El Marshmallow, haciendo suyas las calles de NY

“Ese marinero está de permiso. Si encontráramos a alguien que se lo tire se acabarían nuestras dificultades” (Bill Murray / Peter Venkman, en referencia al muñecajo de marras).

Los Cazafantasmas tuvieron también juego de ordenador, constituyendo uno de los primeros ejemplos de una práctica que con los años sería bastante habitual: publicar videojuegos basándose en licencias de películas de éxito. Y por desgracia, también sería uno de los primeros ejemplos de otra práctica  que con los años sería bastante habitual: usar una película de éxito como “cebo” para vender un videojuego, aunque fuese una puta mierda.

Es cierto que en 1984 la industria de los juegos de ordenador estaba todavía casi en pañales, sin olvidar que las escasas prestaciones de las máquinas de entonces tampoco dejaban mucho margen para recrear una película (y más una como ésta) de forma fidedigna. Muchos éramos conscientes de que no se podían esperar peras del olmo, pero no puedo negar mi decepción al ver el Ghostbusters cuando me lo dejaron. Y eso que yo iba prevenido en cierta forma: Activision, compañía creada a partir de una escisión de Atari, estaba especializada en el Commodore 64 (por algo era una compañía americana, después de todo) y consideraba al Spectrum como un actor muy secundario de sus producciones. En resumidas cuentas, solían delegar las conversiones a third parties, que para colmo no es que estuvieran formadas precisamente por genios de la programación con el Speccy. Aunque la versión de C-64 tampoco era una obra maestra (su autor, David Crane, la completó en apenas seis semanas), la de Spectrum daba, inicialmente al menos, un poco de vergüenza ajena. Sobre todo cuando uno escuchaba la melodía de inicio:

httpv://youtu.be/2p6QLOEYDYY

Enculando sin vaselina a Ray Parker Jr.

Y lo que son las cosas, el paso de los años le ha sentado bien al juego en cierta manera: sigue siendo un programa técnicamente flojo y un poco aburrido de jugar, pero destila simpatía y un encanto que le dota de una especie de aire entrañable, como simpática y entrañable es también la película en que se basa.

httpv://youtu.be/Fe93CLbHjxQ

Como en mi opinión no se puede escribir nada sobre Los Cazafantasmas sin hacer referencia alguna a su banda sonora, aquí os dejo el video del mítico tema de Ray Parker Jr. PRUEBA DE AGILIDAD MENTAL: Tratad de adivinar el nombre de todos los famosos que aparecen haciendo un cameo.

6 thoughts on “Los Cazafantasmas cumplen 25 años”
  1. Jo, en su día no me emociono nada de nada… pero visto ahora es una versión primigenia de un GTA cualquiera!

    Eso sí, no pregunteis por que, soy fan de la adaptación de la segunda parte.
    Y me costo en el quiosco 875 pts!!!

  2. La segunda parte se hizo cuando Activision ya era consciente de que el mercado europeo podía generar una buena cantidad de pasta, y por tanto procuraron esmerarse mucho más (también se habían mejorado, y mucho, las técnicas de programación). Igualmente, para la versión de Spectrum delegaron en una third party: la que constituyeron los gemelos Oliver con el compositor David Whittaker. El resultado fue bastante decente en mi opinión.

    Yo también rompo una lanza, no sólo en favor del videojuego de la segunda parte, si no incluso también de la peli, que es bastante divertida.

  3. Yo también tuve la suerte de verla en el cine y de quedar encandilado con la película!! 🙂
    El juego es cierto que no es gran cosa, ni siquiera en C64, pero se dejaba jugar bien.
    La segunda película ya no me gustó tanto, un poco porque era más grande y otro porque quizás no es tan novedosa como la primera.

  4. Yo también tuve la suerte de verla en el cine y de quedar encandilado con la película!! 🙂
    El juego es cierto que no es gran cosa, ni siquiera en C64, pero se dejaba jugar bien.
    La segunda película ya no me gustó tanto, un poco porque era más grande y otro porque quizás no es tan novedosa como la primera.

  5. En descargo del juego y de sus autores sobre la baja calidad del mismo, al menos en lo referente al C-64, hay que decir que David Crane y sus chicos de Activision sólo tuvieron seis semanas para programarlo. Sometidos como estaban a una enorme presión, demasiado bien les quedó porque, al menos, es divertido y se deja jugar bastante bien. De la secuela también hablé en su día en otro artículo posterior a este y le ocurre lo que a muchos juegos de la última etapa comercial del Spectrum: técnicamente está muy bien pero resulta frío, sin personalidad ni un encanto especial, además de ser mucho más difícil de jugar que el otro.

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