Pero a la carrera de verdad:
httpv://www.youtube.com/watch?v=SOK63UWtFt8
Lo que son las cosas, me ha dado por estrenar 2013 del mismo modo en que estrené 1988: pasando la noche enviciado con Out Run, al que acababa de conocer en su versión para Spectrum unas semanas antes por mediación de un colega que se lo había comprado. Total, que me agencié una copia, tanto del juego propiamente dicho como de la BSO que lo acompañaba en la caja, y me dispuse a mantenerme despierto hasta ver salir el sol tras más de seis horas seguidas jugando una partida tras otra. La noche de Año Nuevo era de las pocas en que podía trasnochar sin arriesgarme a una bronca de mis padres y había que aprovecharla a fondo.
Siempre he creído que la versión para Speccy de la mítica recreativa diseñada en 1986 por Yu Sukuzi es la mejor de cuantas se hicieron para ordenadores de ocho bits, sobre todo si tenemos en cuenta la gigantesca distancia que separa la recreativa original de un Spectrum. A la cabeza del equipo de Probe Software que llevó a cabo el trabajo estaba Ian Morrison, todo un veterano curtido en mil batallas con (y no pocas veces contra) el micro de Sinclair, en cuyo prolijo historial figuraban algunos de los juegos más conocidos de U.S. Gold (Beach Head, Raid over Moscow), Imagine (World Series Basketball) y Ocean (Nightmare Rally). A priori no parecía haberse roto demasiado la cabeza, pues el juego era casi idéntico a Enduro Racer, en su versión de Spectrum igualmente obra de Morrison, cambiando la moto de cross por un Ferrari.
Sin embargo el resultado siempre me pareció mejor y resultaba más divertido, entre otras cosas porque el nivel de dificultad podía ajustarse a las habilidades de cada cual, algo que se echaba bastante de menos en esta clase de juegos. Pese a ser recibido con cierta disparidad, Out Run fue todo un exitazo y aunque U.S. Gold lo lanzó a finales de 1987 como gran baza de cara a las navidades, le bastaron unos pocos días para alzarse como el videojuego más vendido del año en Europa con más de 250.000 copias sólo en el Reino Unido. Sea como fuere, las secuelas llegadas con posterioridad (Turbo Out Run y Out Run Europa) no alcanzaron la calidad ni la difusión de su antecesora.