En nuestro mundillo, uno de los acontecimientos que indudablemente marcarán este 2011 que acaba de empezar será la salida al mercado del Sinclair X-1. El heredero directo de ese mítico fiasco llamado C5 tiene previsto iniciar su carrera comercial durante el próximo mes de julio; siempre que no surja nada que retrase esa fecha, que según se vaya aproximando a buen seguro hará aumentar la expectación en torno a este polémico artefacto.
Y digo “polémico” porque así ha sido ni más ni menos. Desde el momento de su presentación en sociedad a finales de 2010, hecha por sorpresa y de tapadillo, el X-1 ha estado señalado por la polémica, y no precisamente para bien. Muchos desconfían sin tapujos de lo que se ha llegado a definir como “un engendro”, y yo mismo ya dejé clara mi postura acerca del incierto futuro de un vehículo que, al menos a priori, parte en clara desventaja frente a bicicletas e incluso motocicletas de pequeña cilindrada, que como mínimo resultan más prácticas y en el primer caso también más baratas.
En el otro lado de la balanza destaca un defensor en particular: el propio Sir Clive, que sigue confiando en abrir la puerta a un nuevo mundo para los habitantes de la gran ciudad gracias a su última creación, tal y como viene a decir en la parte final del siguiente video:
httpv://www.youtube.com/watch?v=bxs2QY3Y_BA
Un video que repasa someramente la principal obsesión de Sinclair. No, no son los las mujeres como cabría esperar de cualquier hombre de bien, sino el coche eléctrico. Una obsesión por la que no vaciló en mandar a tomar por saco el pequeño imperio comercial que había forjado gracias al Spectrum. Hoy reconoce que “la gente no estaba preparada” para el C5, pero eso no significa que haya que rendirse. Retroceder nunca, rendirse jamás no es sólo una película de Van Damme; para Tito Sinclair es una máxima digna de figurar en su escudo heráldico. Porque este hombre es un noble, y además un noble inglés. No lo olvidemos.
Ya veremos en qué acaba todo esto. Se admiten apuestas.
Esto me recuerda al comandante Lightoller, único miembro de la oficialidad del Titanic que sobrevivió al hundimiento. Interrogado por un juez sobre las razones que le decidieron a abandonar el barco, Lightoller respondió: «Yo no abandoné el barco, fue el barco quien me abandonó a mí»
Resulta evidente que no es la sociedad la que no está preparada para el coche eléctrico, si no, la propia tecnología actual la que no está preparada, esperemos que como sociedad en su conjunto, no acabar como Sinclair Research LTD, y todo apunta que vamos por ese camino, cuesta abajo, sin frenos y con el pedal del acelerador pisado a fondo.
Con tan sólo meter una rueda más atrás hubiera bastado para confiar en el proyecto. Pero eso de tener que sacar el pié cada vez que te detienes, y lo que implica en un día de lluvia (sobre todo en el país de origen) hacen de esto algo absurdo.
Me parece increíble que este hombre no sea capaz de darse cuenta de lo evidente. Esto es un trasto inútil, en los años 70, quizás, como curiosidad y para ciertos excentricos, hubiera sido un budget adquirible (aunque tambien lo dudo), pero en la actualidad…lo dicho, este señor ha perdido el norte por completo.
No se si el mercado está preparado para el coche eléctrico o no pero es que esto no es un coche es una bicicleta reclinada con carenado y asistencia al pedaleo. No es ningún invento revolucionario pero con algo de espacio sobre la rueda delantera para poner la compra podría ser una alternativa bastante digna a un ciclomotor.
Suso: Yo sigo sin verlo práctico hasta en ese supuesto que planteas, la verdad. De todos modos habrá que esperar a que salga y alguien cuelgue sus impresiones en la Red. Porque probarlo, lo que se dice probarlo no creo que pueda, aunque a me encantaría tener la ocasión.