En esta ocasión la cosa gira en torno al QL. En Facebook hay un grupo de admiradores que han colgado un buen montón de imágenes de juegos, utilidades y hardware raro para uso y disfrute de todo el mundo, pues están incluidas en álbumes de acceso público. Estas imágenes ayudan a comprender el potencial desaprovechado del QL.
Porque la historia de la informática está salpicada de aparatos que no llegaron a triunfar, que se quedaron a medio camino por una u otra causa, relegados a un rincón de la memoria sin que su verdadero potencial llegase a ver la luz jamás. Pero el caso del Quantum Leap es paradigmático por la mala suerte y los errores que lo condenaron al fracaso antes incluso de su presentación oficial. Es agradable ver que cada vez más gente está dispuesta a demostrar que, con un poco de fortuna, el QL habría podido ser grande; una máquina que podría habernos dejado innumerables momentos para la posteridad. Por desgracia se quedó en sólo eso, en lo que podría haber sido y no fue.