El resultado de tres horas dejándose profanar la piel con agujas, en este caso de colores:

Por desgracia este tattoo no me lo han hecho a mí sino a Paul Tempest, un ciudadano de Leeds, al noreste de Inglaterra. Más allá del tatuaje, lo divertido es que Paul reside ahora mismo en Arkansas junto a su mujer y sus cuatro gatos. Eso significa que desde ahora podrá lucir orgullosamente su pasión por el Spectrum en la tierra natal de Bill Clinton y, si tercia, por todo USA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *