Eso es para muchos Head over Heels, del que en mayo de 2007 se cumplen veinte años desde su publicación. Aquel juego dejó boquiabiertos a muchos usuarios (yo entre ellos), que tan sólo dos años antes habían considerado que Knight Lore y Alien 8 eran lo máximo que se podía conseguir con un Spectrum en materia de juegos. Ni que decir tiene que se equivocaron (o que nos equivocamos). Head over Heels fue el punto culminante de la colaboración entre el programador Jon Ritman y el grafista Bernie Drummond. Aquella sociedad establecida casi a la carrera, fue una de las más fructíferas en la historia de los videojuegos durante los 80. Aunque únicamente se plasmó en tres programas, se puede afirmar sin temor a equivocaciones que fueron los tres mejores de su género: y muy probablemente Head over Heels es el mejor de todos. Con aquella maravillosa videoaventura, Ritman y Drummond demostraron hasta qué punto eran capaces de exprimir las limitadísimas posibilidades del Spectrum para crear una obra de arte sin paliativos, con unos maravillosos diseños gráficos desbordantes de imaginación y un desarrollo estudiado hasta sus últimas consecuencias, donde cada pantalla y los elementos que la componen cuentan a la hora de jugar, convirtiendo cada partida en un divertimento tremendo.

Pocos ejemplos hay mejores que este en cuanto a optimización de código en el Spectrum. Viendo funcionar Head over Heels y jugando con él una vez más, cuesta creer que semejante derroche de fantasía, plasmado en nada menos que 300 pantallas y encima aliñado con sonidos y movimientos más que decentes, pueda caber en tan solo 48 Kb. Y más después de jugar con Bat Man (sí, también obra de la genial dupla Ritman – Drummond), que siendo muy semejante al que nos ocupa tiene «sólo» 150 pantallas y resulta menos variado, menos vistoso, y que ya en su momento fue considerado como «imposible de superar».

Sirva este editorial como homenaje a aquellos dos cracks, quienes nos demostraron que la palabra «imposible» no existe si uno se lo propone. Y también a su criaturita, hoy en día convertida en clásico, para muchos digna de figurar como uno de los mejores videojuegos de la historia, y desde luego como uno de los mejores juegos jamás realizado para máquinas de 8 bits, si no el mejor.

2 thoughts on “El mejor juego para máquinas de 8 bits”
  1. Yo jugué a HoH en la plataforma MSX, conversión directa de Spectrum que era idéntica. Aunque los usuarios MSX siempre nos hemos quejado de las pobres conversiones que se hicieron directamente desde Spectrum en este caso creo que nadie se quejó, al menos demasiado.

    El juego es tan original y adictivo que los detalles en cuanto a calidad gráfica y sonora no importan. Estamos ante uno de los juegos más originales que se pudieron hacer en su momento, con unos decorados muy variados y detallados que dificilmente pueden ser superados con los recursos de entonces. ¿El mejor juego? Depende de gustos, lo que si está claro es que es bueno, muy bueno y entretenido.

    No le falta ningún detalle… Bueno, quizás si hubieran implementado un mecanismo para salvar las partidas para continuar posteriormente… por que el juego no se termina en un ratito, hay que tirarse jugando bastante tiempo para resolverlo completamente. Yo conseguí teminar Batman, pero este se me resiste, es demasiado largo. Quizás algún día…

  2. Mecanismo para salvar partidas sí que hay: como en Bat Man, existen unos objetos que al recogerlos con cualquier personaje nos permiten retomar la partida desde un punto, sin necesidad de tener que comenzarla desde el principio. En este caso se trata de una especie de peces que mueven la cola o algo asín.

    Por lo demás el juego es cojonudo en cualquiera de sus versiones, aunque la del Spectrum tiene más mérito por los límites que impone la máquina a todos los niveles. Parece mentira que un juego como este quepa en sólo 48 Kb.

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