Antes de comentar nada, creo yo que lo mejor es que le echéis un vistazo al siguiente vídeo:

httpv://www.youtube.com/watch?v=SZzVzSEiA4U
El Santa Pod Raceway fue el primer circuito europeo destinado exclusivamente a celebrar carreras de dragsters, para lo cual se aprovecharon las instalaciones de un aeródromo utilizado por la RAF durante la Segunda Guerra Mundial. Desde su inauguración en 1966 y hasta hace relativamente poco tiempo, este circuito inglés fue el único del Viejo Continente que acogía esta clase de eventos y otras exhibiciones automovilísticas propias de Estados Unidos, adelantándose en décadas a la popularidad creciente que estos espectáculos han experimentado en Europa durante los últimos años.

Que el C5 es un hito de la automoción es algo que ya nadie pone en duda. Sus singularidades, paradójicamente unidas a su enorme fracaso comercial, han terminado convirtiéndolo en un icono cuya popularidad entre los aficionados a los vehículos clásicos aumenta día tras día. Sin ir más lejos, el pasado julio tuvo lugar en Holanda la primera concentración internacional de propietarios de C5, que congregó a un número sorprendentemente alto de participantes. A buen seguro que Sir Clive, desde su lujoso apartamento londinense con vistas a Trafalgar Square, estará esbozando un gesto de satisfacción: “¿Veis cómo tenía razón, capullos?”. En fin, más vale llegar tarde que no llegar.

Y para la próxima, que los responsables del Santa Pod avisen a este otro tipo para que monte un chou allí.

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