El Sinclair ZX Spectrum es el ordenador personal más emulado del mundo. Factores relacionados con su popularidad, su sencillez y la existencia de una sólida base de usuarios dispuestos aún hoy a hacer cosas para él más de treinta años después de su salida al mercado y veinte después de su «muerte» comercial, tienen como consecuencia que resulte difícil pensar en un ordenador, tableta, teléfono o consola que no tenga su emulador de Speccy. Los hay hasta para maquinas que coexistieron con él durante sus mejores días allá por los ochenta, como el C-64, aunque la verdadera explosión llegaría a partir del último lustro de los noventa con el auge del PC y de Internet.

En la actualidad cualquier persona tiene a su disposición una enorme ristra de opciones para disfrutar del Spectrum sin necesidad de tener uno, desde cualquier lugar y casi sobre cualquier aparato, si bien los compatibles concentran el grueso de la oferta con alrededor de una treintena de programas disponibles, gratuitos en su mayoría y por añadidura con una calidad muy destacable. Ante semejante oferta, además destinada a emular una única familia de computadoras, resulta difícil lograr que un programa destaque por algo sobre el resto, aunque siempre hay lugar para las sorpresas.

httpv://www.youtube.com/watch?v=Jzdv-JUNxyU

Cuatro perras en componentes y ¡voila!, ya tenemos nuestro Spectrum.

Conocía ZEsarUX porque hace unos meses su mismísimo autor, César Hernández Baño, contactó conmigo en el portal de El Spectrum Hoy en Facebook para presentarme su emulador y animarme a probarlo, pero había un escollo importante: ZEsarUX era un emulador para UNIX y en ese momento no tenía a mano ningún equipo con ese sistema operativo montado. Y me daba mucha pereza instalar un Debian o un Ubuntu en el PC sólo para probar un emulador, así que el tiempo fue pasando… Hasta que el propio César acudió en mi ayuda publicando, al fin, una versión para Windows. Había llegado la hora de comprobar hasta qué punto ZEsarUX merecía o no la pena.

Por resumir yendo directamente al grano, diremos que la mejor baza con la que cuenta este emulador para sorprender al usuario en un panorama tan saturado es su capacidad para emular toda la gama de ordenadores creada por Tito Sinclair a excepción del QL (todo se andará), desde el ZX-80 al Z88, e incluyendo algún modelo raruno como el +2 con ROM francesa y clones «extraoficiales» como el español Inves Spectrum+ o los brasileños Microdigital TK90 y 95, que es como tener un Blu Ray de la película Cars con Os Carrinhos entre su material extra. ZEsarUX es también el emulador oficial del ZX-Uno, un nanoPC al estilo de la Raspberry Pi diseñado para funcionar como emulador de Spectrum, pero por hardware.

Que yo recuerde ahora, es el único programa que hace todo eso y además así de bien, porque en líneas generales la emulación está bastante conseguida, destacando por encima de todas la del Z88. Estupendamente adaptada al PC, permite una visión muy clara de su singular pantalla LCD y anima por tanto a «zambullirse» en él y comprobar, aunque sea por encima, lo que podía hacer, que en su momento era bastante. Se echa en falta la opción, presente en otros emuladores, que permite mostrar en pantalla una imagen del teclado de la máquina que estamos utilizando y que en el caso de ordenadores como el ZX-80, el 81 o el Gomas, permite identificar en qué tecla se localiza cada comando. No creo que nadie se vaya a poner a estas alturas a teclear un listado de una revista para el ZX-80, pero nunca se sabe y es algo que cuesta poco incluir y se agradece. Por si acaso.

El Z88 y su peculiar calculadora con conversor de medidas.

En cuanto al resto no hay muchas cosas que decir. No hace falta instalar nada y el arranque se efectúa con suma rapidez. Como el programa es un port de UNIX, los más sibaritas quizá echen de menos las facilidades de uso que otorgan los menús típicos de cualquier aplicación Windows, aunque desde el principio se nos advierte que basta con pulsar F5 en cualquier momento para acceder a la configuración del programa, por el que se navega de forma muy sencilla gracias a una interfaz cuyo diseño imita la de los Spectrum 128.

Las opciones de configuración incluyen todas las habituales, permitiendo desactivar la carga instantánea de programas para simularla tal como se realizaría desde el casete en un Spectrum real, emular diversos tipos de ratón y joystick (con posibilidad de autofire) o de televisores y monitores (incluyendo los de fósforo naranja y verde) con opción de funcionar en modo ventana o a pantalla completa, transmitiendo siempre buenas sensaciones y añadiendo curiosidades como el soporte para el interfaz Chroma (gráficos en color para el ZX-81) o el ZON X-81 (sonido para el mismo ordenador), así como ampliaciones de memoria para éste y el ZX-80. Precisamente es en la emulación del sonido donde ZEsarUX parece flojear más: no siempre se oye como debería, al menos en los juegos que yo he probado, y cuando cargamos algo desde “cinta” el ruido del casete virtual no está sincronizado con la rayas del borde y suena de forma completamente irreal. Pero esto podría juzgarse como la intención de buscar tres pies al gato: sólo alguien muy tarado usaría normalmente emuladores como este cargando programas como en un Speccy de verdad.

Freak Show.

En conclusión, ZEsarUX resulta una alternativa más que aceptable frente a programas similares. No alcanza las excelencias de Spectaculator, que es el emulador de Spectrum y además es de pago, pero tampoco creo que su autor lo pretenda… de momento. Si bien es cierto que los emuladores on line parecen estar desplazando a los diseñados para funcionar localmente, sobre todo cuando de lo que se trata es de pasar un ratito jugando, estos últimos aún van muy por delante en numerosos aspectos de prestaciones, realismo y hasta facilidad de uso. César Hernández Baño ha hecho un buen trabajo y continúa en la brecha para pulir sus imperfecciones e implementar otras novedades. Sólo cabe estar atentos para ver hasta dónde es capaz de llegar.

Descarga ZEsarUX pinchando aquí.

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