Incluso en sus mejores días, el Spectrum fue motivo recurrente de quejas. Uno de los más habituales se refería a las largas esperas necesarias para cargar programas desde el casete. Lo normal era tirarse minutos (y no uno ni dos) esperando a que se completase la carga del programa de turno. Era cuestión de paciencia… y de saber aprovechar el tiempo mientras tanto, por ejemplo para leer o hincharse a comer galletas, que también. Pero quienes se quejaban por ello (en realidad todos lo hacíamos) no eran conscientes de una verdad irrefutable: si algo te parece mal, hay circunstancias en las que puede ser aún peor…
Tienes toda la razón, la espera es muy muy larga, pero merece la pena. Te lo dice uno que espera el segundo retoño para dentro de unos meses
Te toca tener más paciencia que cargando un juego en el Spectrum, eso seguro. Y enhorabuena, ya que estamos.