Arkanoid fue uno de los mayores bombazos de 1987, sorprendiendo a todo el mundo no ya por la poca publicidad previa a su lanzamiento, sino porque pocos esperaban semejante resultado: en una época en que lo que se llevaba eran productos cuanto más complejos y sofisticados mejor, Arkanoid suponía una vuelta a las raíces del videojuego ofreciendo un divertimento sencillo y en apariencia sin alardes, pero increíblemente adictivo.

Aunque no fue el primero cuyo éxito provocó la aparición de multitud de clones, para cuando el invento que nos ocupa aterrizó en las tiendas los videojuegos, sin ser aún lo de hoy, ya tenían una presencia mayor entre el público que en 1983 u 85 por ejemplo, contribuyendo a magnificar el impacto de Arkanoid. En España dicho impacto fue todavía mayor si cabe, al coincidir el lanzamiento con la famosa reducción de precios efectuada por ERBE Software. La magnífica recepción del juego hizo que alguna tienda conocida por mí llegase a agotar existencias, algo que hasta entonces no había visto en la vida. Semejante triunfo acabó eclipsando a la máquina recreativa en que se basaba, que de por sí muchos no conocían. Ello constituyó uno de los primeros ejemplos de una premonición que, con los años, se haría realidad: ordenadores y videoconsolas, por incremento de potencia e incremento de presencia en los hogares, acabarían con los salones recreativos de toda la vida. Resulta curioso comprobar cómo en el retrogaming actual dos clones, Batty y Krakout, parecen haber superado en predicamento al original, pero eso no le resta méritos a un juego que hoy, veinticinco años después de aterrizar en los ordenadores personales, sigue luciendo tan imponente como al principio.

Leer Machacaladrillos en el Spectrum.

4 thoughts on “Y entonces llegó Su Majestad”
  1. ¿Pero te funciona bien con los emuladores? Juraría haberlo probado en el Spectaculator y en el ZXSpin en sus diferentes versiones y el movimiento de la pala/nave/loquesea no funcionaba correctamente.

    Yo tuve el Arkanoid 2 original y le di bastante caña aunque por alguna razón tras media hora jugando me ponía de mala leche, no entiendo muy bien por qué, habiendo como había multitud de juegos mucho más frustrantes. Raro, sí…

  2. Grandioso juego. En los emuladores la pala se mueve a veces con poca suavidad, pero el otro día lo probé en mi spectrum origina, previa carga de cinta y es un gustazo. El movimiento es sublime y supera al de los emuladores.

    De los mejores o al menos más adictivos!

  3. En los emuladores sí es cierto que no todo acaba yendo al 100% con este juego, o al menos esa es la impresión que me llevo. Curioso. Desconozco lo que tendrá Arkanoid de raro para que esto sea así..

  4. La verdad es que yo tampoco lo se, pero lo que si es cierto, es que arkanoid requiere mucha precisión y fluidez en los movimientos. Probablemente en otros juegos ocurra lo mismo, pero se note menos que en este, ya que aquí es fundamental para que la jugabilidad sea perfecta. Esos pequeños tirones que da en los emuladores la reducen bastante y hacen que a veces sea difícil controlar la pala, sobre todo cuando la bola comienza a ganar velocidad. Como digo prefiero jugarlo en el spectrum.

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