Un viejo proverbio del marketing viene a decir que si vendes caramelos no debes anunciar que producen caries. Esa es la táctica que viene a utilizar, más o menos, este video producido para Sinclair poco antes de empezar la comercialización del que sin duda es mi engendro favorito de la empresa: el C5.
A lo largo de sus quince minutos de duración podremos admirar curiosidades como las pruebas de resistencia y funcionamiento de diversos componentes, tal que frenos o chasis, así como el circuito utilizado para los test de rodadura de los primeros prototipos, que incluía zonas bacheadas y en cuesta para comprobar el comportamiento del «coche» en situaciones desfavorables. No hay que olvidar que, a la mínima, hacia falta pedalear para moverse…