Por fin estoy de vacaciones. Después de muchos meses comiéndome marrones (y muchos fines de semana en guardias) me ha llegado, ya era hora, el momento del merecido descanso vacacional. Ahora que la mayoría de la masa vuelve de sus jornadas de asueto, yo me las tomo. Y es que siempre me ha gustado llevar la contraria, no pocas veces por fastidiar y / o provocar, pero también por hacer algo que me diferencie, que me separe, de la borreguil masa de congéneres que mayormente me rodea; esa que sigue a pies juntillas los dictados de la TV basura y de la prensa del Movimiento, hábilmente camuflada, eso sí. Y porque no tengo un puto duro de momento, que si no sería más excéntrico que Richard Branson. Por ahora he de conformarme únicamente con estar loco, y es que en nuestra infrasociedad actual, el loco con dinero pasa a ser considerado «excéntrico», mientras el que no tiene donde caerse muerto es considerado, simplemente, un loco de mierda.

«Que os den por el culo, pordioseros».

Pero dejémonos de rayadas pseudofilosóficas, que tampoco es cuestión de ponerse a desbarrar por estos lares, y pasemos a lo que nos interesa: aunque no dispongo de mucho tiempo, este verano me ha sido muy beneficioso a la hora de reencontrarme con mi querido Spectrum. No es que lo haya dejado de lado en algún momento; pero por primera vez en meses, puede que en años, me veo echando horas con viejos juegos del Speccy. A veces auténticos «maratones» de dos horas seguidas, cuando hasta hace poco esas dos horas las dedicaba a jugar al GTA San Andreas (juego que, por cierto, tengo bastante abandonado) u otras propuestas para PC. Vuelvo a disfrutar a lo grande con «sencillos» juegos para Spectrum, sobre todo aquellos capaces de proporcionarme diversión instantánea sin tener que preocuparme de retomar la partida días después a partir de un punto determinado, porque no me puedo permitir acabar  juegos como Everyone´s A Wally o Avalon de una tacada (y hoy en día me aburre, la verdad). Por ello es que me decanto cada vez más por los arcades puros, con partidas que se resuelven en poco más de  20 o 30 minutos. Ahora mismo carezco de tiempo para jugar con regularidad, y me cuesta retomar una partida que lo mismo dejé aparcada hace días. Los tiempos en que podía pasarme días y días jugando sin mayores preocupaciones se terminaron hace mucho, para bien o para mal.

Esta es la imagen que mejor se ajustaría a mi actual momento, salvo en lo que respecta a la profusión de tetas y culos. La vida real es una mierda, hostiasputasya.

En fin, que las vacaciones se presentan prometedoras, en lo que a nuestra afición favorita se refiere, con tiempo libre por delante para disfrutarlo con el Spectrum. Y además con la web funcionando a un ritmo inimaginable hace solo un par de meses. Sólo me resta decir a todos aquellos que sean tan «raritos» como yo, que tengan felices vacaciones. Y a los que hayan regresado decirles que no se desanimen. Ya falta un poco menos para las siguientes.

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