Finaliza un mes de marzo atípico. No ya para la web, que ha registrado su ritmo de actualización más bajo desde hace más de dos años, sino por causa del asunto del que ya todos ustedes saben relativo al coronavirus bautizado asépticamente por la OMS como COVID-19. Aunque no sea este el lugar para comentar nada acerca del tema, resulta imposible substraerse del mismo por las consecuencias que ha tenido, tiene y tendrá para el conjunto de la sociedad, jamás vistas hasta ahora y que, por supuesto, influyen también en la retroinformática y los videojuegos clásicos por vía, principalmente, de la cancelación de eventos presenciales como ferias. Aparte luego queda la apreciación particular de que sería una vergüenza mirar hacia otro lado, no hacer mención alguna al asunto con la que está cayendo. Es lo menos que debe hacerse, y más después de tanto tiempo transcurrido desde la última actualización del sitio. Sin importar que el tema central del mismo no tenga nada que ver.

Queda para otros analizar detalladamente la calamitosa gestión de la crisis por parte del (Des)gobierno español, tomando decisiones siempre a remolque en vez de por iniciativa y provocando con ello una situación dramática, mucho peor que la que tendríamos si hubiese cogido el toro por los cuernos desde el principio, decretando el confinamiento total de Madrid para aislarla del resto del Estado. Mucho peor que la ilustrada por los palanganeros y genuflexos medios de propaganda (omitan llamarlos «de información» por favor), cuyo papel quedará para los anales por su mala praxis.

Piensen en ustedes mismos y procuren huir de ellos y de su tendencia a mostrar noticias absurdas sobre calles vacías o gente aplaudiendo desde balcones. Relativo a eso, y si quieren, otro día les contaré noticias de verdad como las que me trae puntualmente mi novia, de profesión médico internista, por ejemplo sobre compañeros al borde del colapso por tener que aplicar triajes de guerra debido a la saturación total del sistema sanitario público, mientras clínicas privadas (entre las que cabe citar las pertenecientes al grupo Dexeus) presentan expedientes de ERTE. Y si es posible, mostrando alguna de las radiografías pulmonares que ilustran bien a las claras los daños que provoca un coronavirus que «es como una gripe», tal como afirmaba al principio el impresentable Lorenzo Milá haciendo gala de un rigor profesional comparable al de su hermana.

Aristócrata y funcionario. En consecuencia, vividor e inútil.

Centrándonos ya en lo que realmente nos interesa, el hecho de que El Spectrum Hoy no se haya actualizado tanto como cabría esperar no se ha debido tanto al coronavirus (aunque también haya influido un poco) como a la desidia pura y dura. Quien esto escribe ha podido seguir ejerciendo su labor profesional gracias al teletrabajo, y en medio de la situación de confinamiento en la que nos hemos visto inmersos, tras apagar el ordenador de empresa prefería relajarme jugando antes que escribiendo.

Aunque haya aprovechado para desempolvar el Spectrum Vega, que tenía un poco olvidado, mi principal deuda era con un juego llamado Borderlands, pendiente desde hacía meses y que no había podido probar hasta ahora. Y en esas he estado, viciándome con él porque en líneas generales es un juego estupendo como imagino que también lo serán sus secuelas y las diversas DLCs incluídas con cada juego, aún pendientes de disfrutar en el momento de escribir esto. Se puede decir que en cualquier caso no he dejado a un lado la retroinformática y los videojuegos antiguos porque Borderlands se publicó en 2009 y lo estoy jugando en la Playstation 3, consola que aún tiene mucho recorrido útil pese a sus quince años largos de vida, gracias a un buen puñado de juegos excepcionales, que no directamente atemporales.

Una joya.

En lo concerniente al Speccy la actividad se ha mantenido en los niveles habituales para estas fechas. De ello dan fe las dos principales webs de referencia en el mundillo cuando de lo que se trata es de estar al tanto de las últimas noticias, Indie Retro News y Planeta Sinclair, que han reportado novedades interesantes que, si tercia, iré reportando también por aquí conforme las vaya jugando. Con algunas ya lo he hecho y tengo artículos pendientes, así que permanezcan en sintonía, del mismo modo que hay otros sobre juegos que salieron hace algún tiempo pero que merecen una reseña. Quizá ahora más que nunca, por aquello de recordar su existencia en el marco de una sociedad ahora confinada que al mismo tiempo es cada vez más cortoplacista, donde lo que hoy en novedad mañana se pinta rodeado de dinosaurios. Incluso en el Spectrum.

Dentro de poquito, más. No se lo pierdan.

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