Hace unos cuantos años, concretamente tras la RetroMadrid 2008, escribía que aquella edición me había parecido “más de lo mismo” respecto a la de 2007. Y lo escribía como una crítica (constructiva, eso sí) hacia un evento con un enorme potencial para crecer y mejorar. En 2013 podría repetir la frase y esta vez no habría que interpretarla como una crítica: consolidado como el certamen retroinformático español por antonomasia, sobre él podríamos aplicar esa máxima que reza que cuando algo funciona, lo mejor es no tocarlo. Porque dejando a un lado que todo es mejorable, con excepción de algunos detalles RetroMadrid funciona. Y funciona muy bien.
Vaya por adelantado a quienes esperen una retahíla con descripciones pormenorizadas del sarao: lo mejor es que busquen por la Red artículos más completos, que a buen seguro los habrá a patadas. Fiel a mi costumbre de los últimos años, me centré en visitar los expositores y “pasar” de actividades paralelas como las conferencias, pues casi siempre alguien las graba para colgarlas en el Youtubarro a los pocos días. Esta vez ni siquiera acudí al concierto inaugural, celebrado en la tarde del viernes 8 de marzo: hastiado luego de una mala semana en el trabajo y con un tiempo de perros en la calle, lo único que me apetecía era encerrarme en casa a cal y canto hasta el día siguiente, momento de pasar revista a un certamen cuya mayor novedad residía en el cobro de entrada a los visitantes, que propiciaba la formación de colas para entrar al recinto de la feria. Pese a la sorpresa que pueda comportar la adopción de semejante medida en un evento que hasta ahora había sido gratuito, lo cierto es que los precios eran muy económicos: un escaso par de euros, tres para el caso de que quisiéramos acudir más de un día. Las circunstancias actuales son las que son, y entiendo que organizar RetroMadrid al nivel con el que se viene haciendo desde 2012 tiene unos costes que van más allá del tiempo libre sacrificado por los organizadores en el empeño.
Una vez expedita la entrada a la Nave 16 del Matadero y efectuar una primera toma de contacto con la feria, la impresión que uno se llevaba, totalmente subjetiva por otra parte, era la de estar ante una especie de RetroMadrid 2012 bis con algunos cambios en la distribución de los expositores y mayor presencia de máquinas recreativas sobre ordenadores clásicos de ocho y dieciséis bits, si bien estos protagonizaban los (posiblemente) mejores stands del certamen. Puestos en fila uno detrás del otro hasta ocupar buena parte de una de las paredes de la Nave, Amicon, Commodore 4 Ever, Commodore Plus y Amiga Store ofrecían un jugoso recorrido por la historia de los ordenadores fabricados por Jack Tramiel, incluyendo rarezas como el MAX. Se echaron en falta más ordenadores tuneados por Bieno en su stand de Commodore Plus, que para la ocasión se trajo un C-64 cuya carcasa estaba hecha con piezas de Lego.
Al final de la misma pared estaban los chicos de Monkey Ardent, a quienes pude conocer personalmente tras haberles mencionado aquí con ocasión del lanzamiento de su remake de West Bank para dispositivos Android, que pude probar in situ en la feria sobre una tablet. A falta de implementar un nuevo set gráfico que se encuentra en desarrollo (actualmente usa los mismos gráficos y sonidos de la versión para Spectrum), sólo puede decirse que la elección de este juego es perfecta para chismes táctiles y que la implementación del control está muy bien resuelta, haciendo el manejo mucho más sencillo y divertido que en la versión original. Una partida rápida y poco más de 20.000 puntos me bastaron para comprobar que incluso un juego flojete como West Bank puede ganar muchos enteros cuando alguien imaginativo e ingenioso le aplica correctamente un puñado de ideas sencillas.
En cuanto al resto de la expo, no veo necesario explayarse demasiado. Asupiva volvió a mostrar la fascinante colección de artefactos que ya mostró en 2012 y El Mundo del Spectrum se trajo una no menos fascinante Sinclair TV-80. Sólo faltó un C5 para que nos dejasen conducirlo (quizás el año que viene). Quien quisiera dejarse una pasta comprando recuerdos pudo hacerlo con Tender Pixel Art o Floppyderno mientras disfrutaba la compañía de visitantes ilustres como Andrés Samudio. Y como se esperaba, la organización brindó su particular fiesta de cumpleaños al MSX, que podríamos juzgar correcta: una serie de vitrinas acristaladas conteniendo máquinas del estándar y hardware diverso complementaban la discreta presencia de Z80ST y su expositor de juegos. Una mesa redonda a primera hora de la tarde del sábado 9 de marzo completó una celebración a la que quizás le faltó un poco más de “punch”, habida cuenta de que RetroMadrid empezó en 1995 como un encuentro de antiguos usuarios del MSX. Mayor atención recabaron las coin ops, protagonistas indiscutibles de las competiciones de esta edición gracias en especial a ese estupendo clon de Ghost and Goblins que es Maldita Castilla, y con expositores como los de AUMAP o Arcade Outlet permanentemente atascados de gente. Por ello hubo quien dejó caer que la Retro debería ampliar su superficie de cara a 2014 y expandirse más allá de la Nave 16 del Matadero, pero a falta de conocer las cifras de asistencia (los de la entrada me comentaron que, tal como lo veían ellos, serían parecidas a las de 2012), tal propuesta se antoja un poco excesiva, aunque bien es cierto que por momentos aquello recordaba al camarote de los hermanos Marx.
En resumen, y aunque me gustó más la edición 2012 (a mi juicio la mejor de cuantas se han celebrado), RetroMadrid 2013 ofreció lo que se esperaba de ella, que no es poco. Estamos ante un evento consolidado al que poco o nada se le puede reprochar y que no requiere mejoras sustanciales de cara al futuro, excepción hecha de la sonorización del área de conferencias y la iluminación de la zona de expositores, en general más pobre que el año anterior, y a veces tanto que algunos contenidos apenas se distinguían en la oscuridad. Tuve que configurar la cámara de fotos para corregirlo y en los momentos más críticos no me quedó más remedio que usar flash.
Por cierto: hablando de fotos, aquí tenéis un montón.
Nos la pasamos genial 🙂
HOLLE, si pasaste por C+ es pecado que no te presentaras… >:(
Vaya, te falta alguna fotico o comentario de Brunilda… con la pintaca que tiene y parece que va a ser un bombazo para nuestros spectrums…. 😛
Jose: Me pasé, pero tarde (a partir de las 17:30 horas del sábado) y yo por lo menos no te reconocí entre la tropa. Me consta que para esa hora muchos d elos «popes» de la escena ya se habían marchado a casa. Los únicos a quienes pude ver fueron Bieno y Javier / Tony. Queda pendiente par la próxima…
Jevilón: lo del Brunilda merece un comentario más extenso, algo de lo que, por otra parte, ya se están encargando desde otras webs personas con una mayor cercanía al proyecto y muchos más conocimientos que yo. Pero si tercia, todo se andará. Lo de sacar fotos lo dejé por imposible, de la gente que había.
Quizás yo no estaba en ese momento en el stand… te dejo un pequeño margen de duda 😛
El Brunilda tiene muy buena pinta, estuve hablando con Pagantipaco y Benway, se los ve muy entusiasmados con el tema, con muchas ganas de hacer algo JRANDE! asi que no dudo que el juego valdrá la pena.
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