Los que hoy día se cagan en todo lo cagable cuando ven que su flamante PlayStation 3 tarda veinte segundos en cargar un videojuego, sin duda deberían pasar un rato por la experiencia de cargar un juego en alguno de los populares microordenadores de los 80, como el Spectrum sin ir más lejos. Miles de personas envejecieron prematuramente por culpa de la tensión acumulada durante las interminables esperas, cruzando los dedos para que  la carga de su programa favorito concluyese sin incidencias; y a buen seguro más de una la palmó de un ataque al corazón cuando, instantes antes de concluir la carga, ésta daba error o el ordenador te hacía un corte de mangas en forma de cuelgue, reset o similar. Y eso sin contar con que la puta cinta acabase enrollándose amorosamente con los rodillos y cabezales de tu magnetófono, claro.

Vamos, que afrontar la carga de un programa era entonces lo más parecido a subirse a un cohete y ser catapultado a la Luna. Una actividad de riesgo en la que era necesario empeñar considerables dosis de paciencia y tiempo. Conscientes de ello, los tipos que se dedicaban a programar juegos se estrujaron la mollera cada vez más, con el fin de hacer del proceso de carga algo menos lesivo para la integridad mental. La carga de muchos juegos duraba fácilmente cinco minutos o más, y dado que el personal prefería mantener la vista fija y babear frente a la pantalla de la tele antes que aprovechar el tiempo en algo más productivo (igual que ahora, vaya), alguna lumbrera pensó que sería una buena idea “ilustrar” el proceso de carga con un dibujo chanante, con el fin último de mantener al jugador ocupado en algo hasta que el juego de marras terminase de cargar. En una Leyenda publicada en enero de 2006 le dábamos un buen repaso a un fenómeno puramente ochenteno: el de las pantallas de carga de los videojuegos. Un fenómeno que en el Spectrum acabaría alcanzando en muchos casos la categoría de arte.

Leer Pantallas de carga: el bit hecho arte.

Javier Cubedo: «Nada como un buen par de melones para atraer la atención del jugador durante el tiempo que haga falta, oigan».

One thought on “Pantallas de carga”
  1. En este caso el mérito es compartido con Azpiere, pero es muy cierto que ver cómo se armaba una imagen y disfrutarla mientras se cargaba el juego era toda una ayuda

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