Acaba de hacerse público el veredicto de la decimosexta edición del MSXdev, que viene celebrándose desde 2003 prácticamente sin interrupción y, de este modo, es uno de los concursos sobre desarrollo de videojuegos para sistemas clásicos más longevos del mundo. Hasta ahora sólo se ha «perdido» una edición: la del año pasado, 2019, luego del esperpento sucedido en la edición anterior relacionado con las votaciones de los usuarios, que hubieron de desecharse por sospechas de manipulación externa.
Cualquiera diría que tales hechos habrían afectado gravemente a la convocatoria de este año, pero afortunadamente no fue así al menos en lo referente a la participación, ya que desde que se abrió la puerta a la presentación de candidaturas a finales del año pasado, se han presentado nada menos que 21 programas. Y lo que es mejor: todos con un nivel de calidad que para nada hubiese desmerecido a cualquier juego comercial que se hubiese publicado a mediados de los ochenta. Una calidad que se evidencia aún más jugando (que no disfrutando) la triada ganadora, decidida por un jurado compuesto por John Hassink y Konamito, descartándose directamente la posibilidad de abrir la votación al público.
Landing, uno de mis juegos favoritos de esta edición. Porque tiene que ver con gatos, claro.
Transcurridos 37 años desde su presentación oficial, el estándar MSX demuestra, gracias a iniciativas como esta, su buen estado de forma; y además lo hace desde un lugar (España) donde nunca gozó de la popularidad que se merecía. Con todo, el futuro del MSXdev se presenta incierto tras anunciarse que tanto John Hassik como el propio Konamito abandonan la organización después de cinco años al frente de la misma, en lo que sin duda representa un duro golpe del que habrá que ver si el certamen logra reponerse. Confiemos en que así sea, y que podamos seguir disfrutando con el que, sin duda alguna, es uno de los soportes principales para el sostén del fenómeno MSX dentro de la informática y los videojuegos clásicos.