O Mortadelo y Filemón en versión alemana, donde los tebeos de los personajes más populares de Ibáñez se vendieron titulados como Clever & Smart con bastante éxito, haciendo referencia de algún modo a la teleserie Get Smart de Mel Brooks. Porque esencialmente trataban de lo mismo, aunque lbáñez se adelantase a Brooks por siete años.
Si Mortadelo y Filemón hubiesen llegado antes, quizá los niños boches no habrían acabado así.
Que el primer videojuego basado en el cómic más famoso en la historia de España llegase de fuera, ilustra muy bien la idiosincrasia de un país demasiado habituado a actuar a rebufo en vez de por iniciativa propia, aunque ésa es otra historia. No obstante sorprende el hecho de que, en un contexto donde España era potencia europea, nadie se fijase en Mortadelo y Filemón como protagonistas de un juego para ordenador. En su momento hubo quien lanzó críticas muy duras, e incluso vehementes, contra el hecho de que un programa que «tenía» que haberse hecho en España llegase procedente de Alemania. El bofetón espolearía una respuesta que, aunque digna, llegaría tarde y con la obligación de incluir el numeral romano «II» para no meterse en fangales de manera innecesaria.
En este vídeo Mike Myers finaliza Clever & Smart por la vía rápida, en menos de veinte minutos. Resulta llamativo que terminarlo resulte tan sencillo cuando el juego se vendía como una videoaventura de cierta complejidad, en la que supuestamente hacían falta muchas vueltas para localizar al inefable profesor Bacterio. La revista Micromanía le dedicó un «Patas Arriba» bastante extenso y eso en la Segunda Época de la publicación, editada ya en su célebre «formato tabloide». Como vemos, las apariencias engañaban un pelín.