Tenía muchas ganas de probar la reciente conversión de Uridium realizada por Trilobyte y con gráficos de Toni Gálvez, quien lleva años trabajando profesionalmente con videojuegos y es un miembro muy activo de la retroscene española e internacional. En un artículo que publicamos hace tiempo en relación al juego, comentábamos que la popularidad cosechada por Uridium desde el mismo momento de su lanzamiento motivó la creación de versiones para los sistemas más diversos. Incluyendo la NES, algo muy raro tratándose de un videojuego programado en Europa. Pero fue más raro aún que el que está considerado como uno de los mejores matamarcianos de los ochenta no fuese convertido al MSX, que junto a Spectrum, Amstrad CPC y Commodore 64 formaba lo que podríamos llamar “el club de los cuatro grandes”; el de los cuatro ordenadores domésticos más vendidos y populares del mundo.
Ya contamos en una ocasión que el MSX fue un ordenador usualmente mal tratado, cuando no directamente maltratado. Sólo pudo demostrar su verdadero potencial en el mercado asiático y especialmente en su Japón natal, apoyado por las compañías que le daban más cancha como Konami. Lejos de allí las cosas eran harto diferentes. Sobre todo en Europa, donde fueron muy contadas las ocasiones en las que el estándar nipón pudo hacerse ver como algo más que un clon caro del Spectrum. Curiosamente hubo algún caso español, lugar donde la asociación “MSX=Spectrum caro” estaba más arraigada por la ancestral costumbre de nuestras casas de software de enchufar en paralelo ambas máquinas y pasar el código de una a otra (huelga decir en qué dirección) para ahorrar tiempo y dinero. Y quizás sea por esa especie de “deuda” contraída durante años con el sistema que ahora, gracias a la pasión por el retrogaming, alguno de los mejores juegos lanzados últimamente para el MSX provenga de la Piel de Toro.
¿Una especie de redención, consciente o no? Tampoco es que importe demasiado. Al menos vale más haber llegado tarde que no haber llegado. Y si encima se llega con algo como la conversión que nos ocupa, no es preciso justificar nada más. Porque el juego es acojonante. Los seis meses de trabajo de ARTAG partiéndose los cuernos con el programa han merecido la pena y el resultado no puede juzgarse más que como espléndido, sobre todo teniendo en cuenta que el juego sólo ocupa 48 Kb y no pierde nada de lustre respecto a la versión original, programada por Andrew Braybrook para el C-64 en 1986 y que está considerada la mejor. Es más, en algunos aspectos incluso llega a superarla. Los vistosos gráficos recuerdan mucho a los de la versión para el BBC Micro, pero están mejor definidos y por su exquisito colorido resultan muy espectaculares. Ya hemos comentado que más vale llegar tarde que no llegar. Y en el caso de este Uridium para MSX, cabe añadir que nunca es tarde si la dicha es buena
Muchas gracias por el articulo, realmente se nota que aprecias nuestro trabajo, eso nos hace muy felices.
Vosotros me hacéis más feliz a mí, no tengáis duda.