Poco o nada cabe decir acerca de uno de los mejores videojuegos de la historia, aunque pocas listas encontraréis donde figure como tal porque la trascendencia del Spectrum (y de los videojuegos europeos, por extensión) en la ya veterana historia del sector es secundaria. Con él, el concepto de «mundo abierto» alcanzaba una nueva dimensión por cuanto, si bien el escenario era cerrado por razones obvias al discurrir la acción en una cárcel, la forma de resolver la aventura escapando de aquel lugar quedaba a discreción del jugador dentro de unos márgenes bastante amplios para la época, tanto a nivel de planificación como en el momento de llevar a cabo la fuga, que incluía la posibilidad de intentar la escapada por la mismísima puerta principal, disfrazado de soldado nazi con documentos falsos. Algo muy peligroso y que pocas veces salía bien, pero en el riesgo está el placer…
En el caso del vídeo adjunto, Mike Myers utiliza un método más «tradicional», y con la inestimable ayuda de la Cruz Roja se arma con una brújula y los mencionados documentos falsos para agujerear discretamente la alambrada perimetral del campo y salir por piernas. Ver el vídeo nos permite deleitarnos no ya con la forma de jugar de Myers, sino con la gran cantidad de detalles que revelan el meticuloso diseño del juego a cargo del equipo de Denton Desings, cuyo trabajo fue de matrícula. Aunque la inspiración en la película La gran evasión resulta evidente, sirva de ejemplo que la grafista Ally Noble pasó semanas viendo toda película o documental sobre campos de concentración que pudo encontrar, a fin de crear un escenario con el máximo realismo posible.