Los juegos «con pinta de Spectrum» diseñados para ordenadores o teléfonos modernos no abundan, pero su goteo es constante desde hace años sobre todo gracias a plataformas como Steam, que fomentan el desarrollo de programas de factura independiente (al margen de grandes empresas y presupuestos), tras los cuales suele haber personas ansiosas por homenajear épocas pasadas en la historia de los videojuegos. En relación al Spectrum, que es lo que nos interesa aquí, no es el primer caso que comento en la web.

Y doy por hecho que el más reciente hasta ahora no será el último. Jetpack Jaxx es, como ya habrán adivinado, un juego Speccylike que busca rendir tributo tanto a la máquina como a sus juegos más representativos. Cuando uno nombra la palabra Jetpack refiriéndose al Spectrum, lo primero que le viene a la cabeza es, indudablemente, el juego homónimo publicado por Ultímate. Sin embargo, hubo unos cuantos juegos más protagonizados por un astronauta con mochila cohete a la espalda, desde Universal Hero a Gunrunner. Todos ellos tenían una característica común, astronauta con mochila aparte: eran arcades de plataformas.

A todos ellos pretende homenajear Jetpack Jaxx, el juego que nos ocupa, descargable gratuitamente aquí para instalarlo cómodamente en el PC sin mayor contratiempo, pues solo ocupa 7 MB de disco y sus requisitos de hardware son bastante modestos. También puedes buscarlo en Google Play para instalarlo en plataformas Android como un smartphone o una TV box compatible.

Lo primero que llama la atención en cuanto nos disponemos a jugar es el aspecto gráfico, muy pixelado y que retrotrae a esas imágenes de las revistas en las que los juegos exhibían un aspecto como de estar «hechos a cuadros», con unos gráficos mucho más definidos y vivos que los que veías jugando con ese mismo programa en la tele de tu habitación. Es lo que tenía conectar el Spectrum a un monitor (aparato elitista y carísimo por entonces) en vez de a un televisor corriente… Por lo demás, Jetpack Jaxx resulta visualmente bonito. Desborda colorido y en ese sentido, de primeras, anima a probarlo cuando se ve alguna imagen suelta por Internet.

La mecánica del juego no puede ser más sencilla: estamos ante un arcade de plataformas en su esencia más clásica, con el mapeado subdividido en niveles de dificultad creciente y la habitual presencia de enemigos a esquivar mediante un uso acertado de los controles, que dicho sea de paso no pueden ser menos porque se reducen al movimiento lateral (izquierda o derecha), un botón para salir volando con el jetpack y otro para saltar sin más, evitando malgastar el escaso combustible para el cohete. La mencionada escasez introduce un pequeño componente de estrategia en el juego, pues aunque existen latas de relleno diseminadas por ahí, si no pensamos lo que hacemos podríamos quedarnos tirados en el momento más inoportuno, incapacitados para rebasar un obstáculo insalvable de otro modo. El objetivo es salir por piernas del nivel donde nos encontremos, localizando una serie de llaves que abren puertas que a su vez dejan expedito el acceso a un teletransporte. Nada más sencillo, y aunque no hay tutoriales, como en los dos o tres primeros niveles la dificultad es bastante baja no tendremos problemas para «cogerle gusto» al juego.

Hasta aquí todo bien. Mejor dicho: perfecto. Jetpack Jaxx parece un juego redondo… Y sin embargo no es así. Algo falla, y el producto no llega a ser todo lo atractivo que podría. Quizá se deba a la ausencia casi total de sonido, en lo que podría interpretarse como otro guiño al Spectrum y a sus fans pero que, sin embargo, constituye un fallo más que un acierto. Muchos juegos de Spectrum, en especial los diseñados para modelos de 128 Kb, incorporaban música durante la partida, mismamente, así como una buena ración de efectos de sonido. Por mucho que sea un «homenaje» al Spectrum y sus fans, Jetpack Jaxx no deja sede ser un juego actual diseñado para correr en ordenadores modernos. Entonces ¿por qué no incluir música y efectos de sonido en condiciones? Puede que se deba a las prisas por sacar el programa a la calle y que el problema se corrija posteriormente con una nueva versión, no lo sé; pero ente tanto el juego sufre de «cojera» por falta de ambiente y ha quedado algo soso, sin la chispa que permitiría exprimir todo su atractivo.

Con todo, no deja de ser una consideración puramente subjetiva. La gran ventaja es que el juego sale gratis, por lo que nada impide probarlo y sacar conclusiones propias. Aburriros no os aburriréis, eso seguro.

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