Tras esta burda referencia a uno de los éxitos de Deacon Blue se esconde en realidad nuestro particular homenaje a la figura de Fergus McGovern, nombre tras el que se esconde una de las claves necesarias para comprender la transformación del videojuego doméstico en una industria masiva durante el último lustro de los ochenta y el primero de los noventa. Fergus no era ni veinteañero cuando en 1984 fundó Probe Software junto con su socio Vakis Paraskeva. En menos de tres años la empresa había crecido hasta convertirse en una de las distribuidoras más importantes del Reino Unido, auspiciando con su sello el lanzamiento de un puñado de magníficos juegos para el Spectrum como Trantor, Out Run, Savage o las dos versiones de Tortugas Ninja, una basada en la recreativa de Taito y la otra diseñada «a su aire» por el gran David Perry, quien trabajó para Probe durante unos años. Sin embargo, el gran salto de la firma llegaría tras abandonar las máquinas de ocho bits y empezar con el diseño de juegos para las de dieciséis, logrando su mayor hito gracias a las sucesivas conversiones de Mortal Kombat para PC y consolas, reto del que McGovern y sus muchachos salieron con muy buen pie e hizo que la multinacional Acclaim les pusiese ojitos, comprando finalmente la empresa por un montante desconocido pero que se supone rondó los cuarenta millones de dólares. Un trato que, con independencia de cábalas y rumores de salón, convirtió a Fergus en multimillonario, tal como él mismo llegaría a admitir años después. Su condición de nuevo rico no le hizo acomodarse a la molicie: seguía vinculado al mundo de los videojuegos y su pasión por ellos («me divertían y me siguen divirtiendo») sólo era superada por la que sentía hacia el Crystal Palace, un histórico del fútbol inglés que milita actualmente en la Premier League y del que formaba parte como directivo.
Redefiniendo el concepto del buen gusto en el vestir.
Fue precisamente el club londinense el que, mediante una nota de prensa, informaba el pasado 29 de febrero sobre la repentina muerte de McGovern, víctima de un ictus que se sospecha pudo ser consecuencia de un vuelo transatlántico durante el cual se le habría formado un coágulo en el cerebro. La noticia no tardó en propagarse, puesto que el finado continuaba siendo un miembro activo de la comunidad y además muchos retrogamers ingleses aún se acordaban de él y le respetaban enormemente por todo lo que consiguió. Llegó a ser tan popular que en Probe no dudaron en hacer una parodia / homenaje / guiño a los fans para cuando les tocó programar la conversión de Mortal Kombat 2, que dicho sea de paso quedó a la altura de lo que cabía esperar de ellos, o sea mil de chanante:
En resumen, Fergus McGovern has passed away, que es como los anglosajones llaman al hecho de morirse, diñarla o quedarse muñeco en su eufemístico e hipócrita uso del lenguaje. Puestos a utilizar eufemismos del modo más torticero posible, yo prefiero decir que Fergus se ha ido a cantar blues. Y puesto que le es imposible regresar, al menos nos deja entretenidos para mucho tiempo gracias a los numerosos juegos que él ayudó a publicar durante más de treinta años. Descanse en paz, o lo que puñetas se haga al «otro lado».
hola todo bien?
gracias por estos textos.
como una maquina del tiempo, me llevan lejos en el tiempo y en espacio.
muy bueno.
saludos!
Triste noticia, sin duda. RIP.
Por cierto, un apunte. Cuando te refieres a «Mike Perry» como autor de uno de los juegos de Tortugas Ninja (el que no estaba basado en máquina recreativa), supongo que te refieres a David Perry, el programador que comenzó en Mikro-Gen pariendo clásicos como Herbert’s Dummy Run o Three Weeks In Paradise y que luego en junto a Nick Bruty parieron algunos de los juegos más coloristas que jamás se han visto en un Spectrum como Savage, Dan Dare III, Extreme, Smash TV o el propio Tortugas Ninja, ¿no?
Un saludo
Pogo: Cierto, me refería a David Perry. Corregido. Gracias.
Carlos: Todo bien. ¡Muchas gracias!