Vamos, como Indiana Jones yendo a la caza de las piedras Shankara en El Templo Maldito. En aquella peli, tal vez una de las mejores y más recordadas del Spielberg palomitero, Indy ambicionaba lo que cualquier ser humano de pro a lo largo de la historia: vivir bien sin dar un palo al agua. Eso mismo es lo que ambiciono yo, of course, pero dado que no soy arqueólogo y la notable presencia de tejido adiposo en mi cuerpo impide desenvolverme con agilidad en selvas o minas atestadas de peligros, hace años que opté por un medio mucho menos arriesgado e incómodo para alcanzar mis objetivos.

En mi opinión, quien crea que la fama se consigue a base de sudor y trabajo es gilipollas. Como esta gente, sin ir más lejos.

La táctica va dando resultados: hace unas semanas recibí la invitación de Fase Bonus, uno de los mejores podcast sobre retroinformática de toda la Red,  para participar en un programa especial dedicado por entero a nuestro querido Spectrum. Dividido en dos partes, mi presencia se centra en la segunda, bien pertrechado por Ignacio Zarranz, Ignacio Prini y Tony Brazil, presencias habituales por allí. Aunque tiendo a opinar que la primera vez que se hace algo casi nunca sale bien, después de haber escuchado el programa lo cierto es que quedó bastante curiosote. Como bien admito al principio del mismo me encontraba algo nervioso por mi debut ante los micros, pero en buena compañía cualquier trago es siempre llevadero y no tardé en soltarme para acabar pasándolo de puta madre.

Cada día estoy más cerca de parecerme al Tentáculo Púrpura y cumplir su sueño de conquistar el mundo. Bueno, algo así.