Estos meses de 2015 estaban señalados en rojo por los fanáticos del venerable Spectrum desde que, a mediados del año anterior, se anunciase la puesta en marcha de un proyecto para resucitarlo en una forma actualizada y adaptada al siglo XXI, pero sin olvidar su esencia ni sus señas de identidad más características. Ahora al fin es posible adquirirlo por cien libras esterlinas más gastos de envío encargándolo en la web oficial del desarrollador, que se vanagloria, no sin razón, del éxito obtenido por la campaña de crowdfunding lanzada para poner en marcha la idea. En sus previsiones más optimistas, Retro Computers Ltd. calculaba que tardaría dos meses en recaudar el dinero necesario para financiar una primera tirada de 1.000 ejemplares y lo hizo en 36 horas, El Spectrum Vega, bendecido por el mismísimo Clive Sinclair (algo que no deja de sorprenderme como explicaré más adelante) llega con aureola de estrella. La misma estrella de la que toma su nombre.

Por describirlo de un modo que hasta el mayor desconocedor de lo que es un Spectrum pueda entender, digamos que el Vega es como si coges un mando de PlayStation, le añades una memoria de 16 megabytes con mil juegos grabados en su interior y lo conectas directamente al televisor. Visto desde esa óptica, este “nuevo” Spectrum no se diferencia de otras iniciativas en la misma onda surgidas años atrás como el joystick- emulador del C-64, aunque cuadra a la perfección con la idea del Spectrum como “videoconsola con teclado” que casi todos sus propietarios hemos tenido de él… menos su creador. Tito Clive odiaba los videojuegos y odiaba que su invento se hubiese convertido en una máquina casi exclusivamente para jugar. Por ello sorprende el apoyo que le brindó desde el principio a la iniciativa del Vega, que no es otra cosa que un chisme para jugar. Sir Clive es el chairman de Retro Computers Ltd, y si por cualquier motivo ha cambiado su opinión sobre los videojuegos o sobre lo que el Spectrum significó para ellos, aunque sea por el vil metal, bienvenido sea ese cambio. Más vale llegar tarde que no llegar.

Clive-angie

Tito Clive: «La culpa de que me haya metido en este fregao es de mi mujer, que no para de pedirme caprichitos. Necesito la pasta».

Desde el mismo instante en que se anunció, el Spectrum Vega ha sido motivo de una fuerte controversia y origen toda clase de opiniones, que básicamente oscilan entre quienes creen que es una gran idea, perfecto para volver a disfrutar con sus juegos favoritos del Spectrum, y quienes lo ven como un sacacuartos innecesario dada la cantidad de emuladores de Spectrum que existen (muchos de ellos además gratuitos), cuando no directamente como un timo por culpa de su elevado precio. Personalmente yo diría que, como casi siempre, en el término medio está la justa medida. El Vega es un artefacto caro, que a priori no ofrece nada nuevo a quienes están habituados al uso de emuladores para revivir sensaciones del pasado. Pero no hay que olvidar que se fabrica en cantidades muy limitadas y por ello adquiere una exclusividad cercana a la de un objeto de coleccionismo, remarcada por un diseño muy cuidado que rinde tributo al venerable Gomas de 1982 ya desde el embalaje, que imita a la perfección la forma, color y tipografía del original.

Quienes tuvieron la oportunidad de probar las primeras unidades, aparte de elogiar las características del hardware y del sistema operativo (basado en cómodos menús muy fáciles de manejar), dicen además que el Vega está bien construido, con materiales de buena presencia y calidad, pero que sobre todo se nota el cariño que sus diseñadores han puesto en él y que eso es, al a postre, lo que le coloca a una distancia sideral de aparatos como el ya mencionado joystick C-64. Ese quizás sea el mayor logro del Vega: que sin ser exactamente un Spectrum, conserva todo el genio de su acentuada personalidad. El Spectrum Vega recuerda en casi todo a su antecesor, hasta en los métodos empleados para su fabricación. En el vídeo adjunto, firmado por una bloguera británica “destetada” en los videojuegos con el Spectrum a la tierna edad de cinco años, podremos sorprendernos viendo cómo los técnicos que ensamblan las unidades del Vega en la nave de SMS Electronics (la empresa encargada de fabricarlo), montan los componentes a mano y guiándose por un croquis…

2 thoughts on “El nuevo Spectrum Vega ya está aquí”
  1. Llevaba tiempo dándole vueltas y gracias a tu post, al final me he decidido y aprovechando un regalo de mi familia por mi cumpleaños, he pedido un zx vega… según dicen llegará en Agosto. Si hay algún interesado, ya comentaré qué tal el invento.
    Buen post, como siempre!

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