Y no, no me refiero a trastear con la famosa videoconsola china. Tomando un respiro del Risen3D, port de Doom al que estoy bastante enganchado últimamente, me he decidido a probar por fin la reciente versión para Spectrum de Dingo. La única incursión de la mítica Ultimate en el mundo de las recreativas permanecía a tal punto olvidada que yo mismo tuve que esperar hasta 2009 para conocer su existencia, merced al texto publicado por el magno Ignacio Prini en su blog. No recuerdo haberla visto jamás en ninguna parte, ya fuese salón de juegos o bar, y eso que su distribución corrió a cargo de la japonesa Jaleco, responsable entre otras de City Connection, una de mis coin ops favoritas de siempre.
Dingo es una suerte de Amidar en plan colorista, muy en la onda de lo que se llevaba cuando salió (1983), época en la que esta clase de recreativas sencillas y adictivas partían la pana. La versión para Spectrum es, salvando las distancias, bastante fiel al original, pero lo que más mola son los homenajes y “guiños” a Ultimate introducidos por los autores, entre los que está un viejo conocido del Gomas: Mark Jones, antiguo grafista de Ocean Software. Empezando por el póster que se han currao para la ocasión y acabando con las menciones a los hermanos Stamper legibles en la tabla de records, esta conversión de Dingo no tiene problemas para proporcionar un ratito de divertimento durante esos “tiempos muertos” que uno no sabe en qué empeñar. Y de paso hará esbozar una sonrisa a los seguidores de Ultimate como yo.
Después de esto no me sorprende que los Stamper terminasen currando para Nintendo. Se ve que “lo japo” les tiraba desde hacía tiempo…