Oficialmente se denomina «didactismo» al conjunto de condiciones apropiadas para la enseñanza. Por poner un ejemplo fácil, cualquiera de los libros escritos por Isaac Asimov sobre la antigua República romana (y más tarde el Imperio) destacan por el didactismo con el que expresan sus ideas, además de por su estilo ameno, lo que en última instancia hace que sean muy fáciles y agradables de leer incluso si no se es aficionado a la historia. Eso por no hablar de obras como Yo, robot, que pese a estar circunscritas al ámbito de la ciencia ficción ponían sobre la mesa un conjunto de ideas que quizás sirvan de base para una ley oficial en un futuro próximo.

Dentro de unos años, nuestra descendencia podrá vivir en carne propia toda la magia de la película Curso de 1999.

En el mundo de hoy, YouTube reúne también bastante didactismo pese a que la «libertad de expresión» lo ha convertido, con los años, en repositorio de vídeos absurdos y gente con un perturbador afán de protagonismo (¡un saludo a todos los que se graban comentando un vídeo reservándose una esquinita para que les veamos la cara!). Afortunadamente la popular red de vídeos continúa siendo algo más, pese a la creciente presencia de mamarrachos con millones de borregos (perdón, followers) riéndoles las gracias. Con YouTube uno puede desde aprender japonés hasta cosas aparentemente tan sencillas (pero a la vez tan complicadas) como envolver regalos igual que lo haría el profesional de unos grandes almacenes. En general explicado «pa tontos», lo que lejos de tomarse como un insulto, deberíamos agradecerle al «profesor» de turno.

Es más o menos lo que hace el vídeo adjunto, que me viene al pelo para complementar este otro post. Si alguna vez quisiste saber cómo y por qué el Spectrum cargaba programas de la forma en que lo hacía, este es tu vídeo. Quizá resulte demasiado simple incluso para alguien con conocimientos básicos sobre el tema, pero me ha parecido que está bien explicado para lo que pretende y además es muy visual, por absurdo que pueda resultar tal comentario refiriéndonos a un vídeo. El autor, lejos de incrustar su jeta en una esquina para que todos nos obnubilemos ante su radiante guapura, ilustra su explicación sobre la imagen del conjunto de ondas que representa la carga de un programa, en este caso Michel Fútbol Master. De este modo tan simple logra su objetivo didáctico, al tiempo que permite darnos cuenta de que el Spectrum, lejos de ser la sofisticada máquina que muchos creíamos en 1982, resulta extremadamente simple. A quienes la diseñaron no les quedaba otra cuando la meta era venderla al precio más bajo posible respecto a la competencia, y en esas circunstancias sólo tienes dos opciones: prescindir de todo lo prescindible y simplificar al máximo el resto, lo que en el caso del Gomas dio pie a la aplicación de toda clase de soluciones ingeniosas pero carentes de sofisticación.

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