Sí, ya sé que lo de hacer coñas sobre Chuck Norris está muy quemao a estas alturas, pero no puedo resistirme incluso aunque el vídeo no haga referencia alguna al Spectrum (pero sí al Amiga):

Tras proclamarse siete veces campeón del mundo de karate y colaborar con el legendario Bruce Lee, Norris alcanzó el estrellato cinematográfico en los años ochenta protagonizando películas de acción tan descerebradas como divertidas, siguiendo el camino trazado por los dos máximos representantes del género, Stallone y Schwarzenegger, cuya popularidad era tal que se convirtieron en los actores mejor pagados de Hollywood y muchas de sus películas se convirtieron igualmente en videojuegos de gran éxito. Pero no fueron los únicos casos, y teniendo en cuenta que estrellas de menor calado como Charles Bronson pudieron verse a sí mismas eliminando basura humana en ordenadores como el Spectrum, sorprende que alguien del calibre de Chuck Norris no pudiese hacer lo mismo. Cintas como Invasión USA o Delta Force habrían encajado a la perfección en el esquema de cualquier arcade de la época, con el típico héroe solitario pasando por la picadora de carne a cientos de enemigos. Con la carátula adecuada, Who Dares Wins II o cualquiera otro de los numerosos clones de Commando habría pasado como versión de Desaparecido en combate sin ninguna dificultad.

Independientemente de todo esto, lo único cierto es que la figura de Chuck Norris careció de videojuego en el momento más inoportuno, cuando bastaba con poner su nombre en los créditos para que una película ganase una pastizarra. Quizá fue por una cuestión de derechos. O quizá porque tito Norris no aceptaba que le pudiesen matar, ni siquiera en un juego. Porque lo que está claro es que en circunstancias normales, tal como se aprecia en el vídeo que abre este texto, un juego protagonizado por Chuck Norris sería demasiado fácil.