Pues eso: el hombre sin el cual esta mierda de web no existiría, nuestro dios y sumo sacerdote todo a la vez, cumple setenta y una (71) castañas. Y lo hace rejuvenecido y a la espera de un big fuckin´return que llegará en breve y que promete un fin de año tan movidito que ríanse ustedes de la tontería esa de las turbulencias financieras y tal. Huelga decir que Tito Clive se merece un regalo, y nosotros vamos a complacerle con uno que, dada su fama de hombre jovial y amistoso, seguro que le hace bastante gracia y le trae buenos recuerdos:

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