Siempre he dicho que los fines de semana tienen un encanto especial, sobre todo cuando uno sale de noche y se encuentra de bruces con cosas extrañamente divertidas que no se suelen ver un día de diario. El del sábado 30 de julio de 2005 fue remarcable en ese sentido: subiendo al autobús para irme a casa después de una noche de juerga, me encontré,sentado en una de las primeras filas a un tipo más o menos de mi edad, que mataba el rato con su N-Gage jugando al Chess 3D, juego creado en 1983 para nuestro querido Spectrum. Ni corto ni perezoso le abordé de la forma más burda posible con un “Hola, ¿qué tal?” bastante precipitado, tal era mi sorpresa.
Tras comentarle el porqué de semejante “abordaje”, y tras haberme presentado como es debido, resultó que el chico me reconoció de la web, que visita de vez en cuando. Nuestro amigo venía de un torneo de ajedrez que se había disputado en Galapagar (Madrid), y aprovechando la ocasión le había dado por “revisitar” en su videoconsola un buen puñado de juegos de ajedrez para Spectrum “para entretenerme en el viaje y recordar viejos tiempos”. Ahí estaban, entre otros, El Turco y El jugador de Ajedrez, con el cual mis hermanos, grandes aficionados también a este milenario arte / deporte, se pasaban noches enteras jugando en casa. Tuvimos la oportunidad de mantener una animada conversación, durante la cual abordamos múltiples aspectos del mundillo Sinclair y nos echamos unas risas. Del Chess 3D nuestro amigo destacaba “su parecido con el QL Chess de Psion, aunque es muy fácil ganarle”. En ese sentido, lamentaba que no hubiese un emulador de QL para la N-Gage, para poder llevarse aquella maravilla a todas partes; le había impresionado en su día por su calidad y su más que aceptable nivel de juego.
El tema de las consolas N-Gage es bastante curioso. Resulta evidente que no han tenido el éxito esperado, y ahora que desembarca la nueva generación de consolas de bolsillo como la PSP, muchos la dan ya por muerta. Su elevado precio y su “excesiva polivalencia”, que sirve a sus detractores para decir, tal vez no sin razón, que ni es un buen teléfono móvil ni una buena consola, fueron un grave hándicap desde la salida al mercado de los primeros modelos. Sin embargo este pequeño aparatito ha logrado tener su público entusiasta, y dado que gran parte del mismo resulta tener unos 30 años, ha terminado por convertirse en una máquina ideal para la emulación y el retrogaming. Su sistema operativo, robusto y versátil, ha contribuido a ello porque muchos desarrolladores caseros y profesionales, vista su amplia difusión en todo tipo de sistemas móviles, lo han tomado como plataforma ideal para correr emuladores.
Tal vez pueda ser ésta la tabla de salvación para N-Gage. Está claro que un aparato como la GP 32 es bastante superior en ese sentido: creada directamente como consola, tiene una pantalla más grande y además es de arquitectura abierta. Pero Nokia dispone de un soporte en Europa del que no dispone Game Park, y la pequeña N-Gage tiene una polivalencia enorme, que le permite funcionar hasta como eventual mando a distancia para TV, con decenas de aplicaciones gratuitas de gran calidad, fácilmente descargables en la consola desde un PC gracias a su conexión bluethoot. Puede que para algunos la versatilidad no sea un factor importante a la hora de valorar un aparato como este, pero el caso es que yo utilizo mi Nokia 7650, que también corre con Symbian, hasta para conectarme al teletexto cuando estoy fuera de casa y deseo conocer detalles de alguna noticia importante.
Lo que está claro es que Nokia lo tiene muy complicado y deberá tomar una decisión en breve: o finiquitar definitivamente la consola asumiendo su fracaso, o bien tratar de “exprimirla” un poco más, bajando su precio todo lo posible y vendiéndola como una especie de “navaja suiza” electrónica, más que como una máquina para videojuegos de última generación con la que, ocasionalmente, se puede hablar por teléfono, que es más o menos como se ha estado vendiendo hasta ahora. La actual estrategia de venta está irremediablemente abocada al fracaso, y más aún dada la cercanía de la PSP, con su increíble potencia multimedia y su enorme pantalla panorámica.